¿La legalización de la marihuana es una opción que debemos considerar?
Las drogas blandas son aquellas que no generan una dependencia física (el organismo desarrolla una demanda celular por una droga específica (cafeína, heroína, cocaína etc.) Si el individuo discontinúa su uso, éste puede producir malestares y enfermedades, síntomas de retiro o síndrome de abstinencia) pero sí psicológica (se desarrolla cuando una persona siente la necesidad de consumir una sustancia debido a los "efectos positivos" que le ha proporcionado su administración reiterada) . En general, en esta clasificación encontramos los productos denominados naturales como son la marihuana, la cafeína, el hachís y el opio, entre otros.
A mi juicio el legalizar algún tipo de droga blanda como puede ser el cannabis o la marihuana supondría un atentado contra la salud de todo ciudadano, pues como anuncia el Instituto de Psiquiatría de King’s College de Londres la marihuana durante la adolescencia produce un daño permanente en la inteligencia, la capacidad de atención y la memoria.
No obstante, por otro lado, debemos tener en cuenta que a partir de una mayoría de edad (+18) una persona tiene la libertad de ser consecuente de sus actos, es decir, de querer cultivar, en este caso, una sana o pésima lozanía.
Meditando un poco más acerca del tema, podría contestar a la pregunta dictaminando una posible solución.
Pienso que si se diera una reforma que permitiera la legalización de la droga blanda debería cumplir una serie de requisitos. En primer lugar, autorizar al consumo únicamente a aquellas personas mayores de edad, por lo que tendría que existir un control exhaustivo orientado a los menores de 18 años. Por otro lado, tendría que estudiarse íntegramente los posibles cambios relacionados con la violencia y accidentes a causa de los efectos de estas drogas, como el aumento del número de accidentes de tráfico o de agresiones a la ciudadanía por una falta de consciencia, puesto que lo más importante es el total y absoluto control de la seguridad de nuestra población.
Si la siguiente reforma tuviera éxito deberíamos seguir con ella, en caso contrario, si se diera un aumento de actividades perjudiciales, sin lugar a dudas, prohibiría el consumo de las drogas blandas.
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