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aladecolibri

Las lecturas obligatorias.

Después de haber visto el video de una chica mostrando su opinión sobre este tema, y a un profesor exponiendo sus métodos de trabajo con sus alumnos, y explicando porque razones lo hace así, he obtenido varias conclusiones positivas acerca de las lecturas obligatorias, aunque también algunas negativas.  

Pienso, como el profesor, que la lectura es importante porque te hace pensar, hace que se enriquezca tu vocabulario y te ayuda a aprender y a expandir tu imaginación y tu mundo. También estoy de acuerdo en que se les puede exigir a los estudiantes lecturas de un poco más de nivel, para que vayan aprendiendo nuevas palabras y estructuras del lenguaje. Esto hará que a la hora de hablar se puedan comunicar con más soltura. Eso sí, el grado de dificultad del libro no debe superar en exceso el nivel del alumno que lo vaya a leer, y es aquí cuando estoy de acuerdo con la chica del video y no con el profesor. No comparto su opinión de obligar a leer clásicos de la literatura española, como por ejemplo El Quijote, a alumnos que todavía no tienen la edad necesaria como para entenderlos y apreciarlos. Por esto pienso que se deberían leer libros más adecuados y que estuvieran acorde con el nivel lingüístico del estudiante, lecturas más juveniles que despierten en los jóvenes el placer por la lectura, ya que si se imponen como lecturas obligatorias libros difíciles los jóvenes acabarían rechazando la lectura, incluso llegarían a odiarla. Una solución buena sería dar un listado con diferentes libros y que los alumnos tuvieran la oportunidad de elegir cuál leer, así se podrían elegir novelas más adecuadas para cada persona e incluso clásicos si a alguien si le gusta. Aunque es una buena forma de imponer la lectura obligatoria, entiendo que sería difícil para el profesor ya que tendría que evaluar sobre un libro distinto y eso generaría problemas.

En conclusión, veo positiva la lectura obligatoria ya que leer es un aspecto importante para la educación de cualquier alumno, pero cambiaría los métodos con los que se impone, sobre todo escogiendo libros más adecuados a la edad y al nivel lingüístico de cada uno, a aceptando los gustos y preferencias que tengan los estudiantes.

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