LA INDEPENDENCIA CATALANA

 

Durante los últimos años, El País Vasco ha estado buscando la independencia. Esto ha hecho que España haya tenido que hacer frente a conflictos sociales, de los cuales, el más duro ha sido el terrorismo. Actualmente, es Cataluña la que quiere la autodeterminación. Ya se realizó un referéndum en el que el 80% de los catalanes votó a favor, pero al ser ilegal, no tuvo efecto alguno. El 1 de octubre de 2017 se ha convocado otra consulta con el respaldo del gobierno catalán. La mayoría de los partidos políticos están en contra de que se realice esta votación; Podemos, sin embargo, la aprueba.

Es el Estado español en su conjunto el que dota a las comunidades autónomas de infraestructuras (industrias, centro educativos, hospitales...), no solo los habitantes de ésta. Si Cataluña se independizara, se habrían aprovechado de esta circunstancia, pues han sido los primeros en beneficiarse del apoyo del gobierno central. Ya no necesita tanto del Estado, ahora, son las otras comunidades las que requieren el suyo, pues somos un país y trabajamos juntos, ayudándonos los unos a los otros. Lógicamente, si logran independizarse su riqueza económica aumentará y la del resto de España decaerá, pero este logro es debido a que toda España ha ayudado. Por tanto, Cataluña es tanto suya como nuestra.

Nuestro país funciona de tal manera que cada comunidad autónoma tiene la libertad de cambiar y modificar parte de las leyes: en educación, sanidad, transporte, ecología... El Estado no les obliga a seguir unas normas estrictas. España es una democracia y todas las personas deben escuchar y ser escuchadas. Por tanto, Cataluña tiene derecho a expresarse; prohibirlo sería igual que la restricción de voto a las mujeres que hubo en España hasta que se abolió en 1933. Pero bajo mi punto de vista, el resto de españoles tienen el mismo derecho a opinar sobre esta decisión. 

Además, si Cataluña consigue independizarse, le seguirán el País Vasco, Galicia, Valencia, las Islas Baleares... España desaparecería como tal.

Por todo esto, no estoy a favor de la independencia catalana. A pesar de ello, opino que lo más importante son los problemas que puedan venir para los ciudadanos, ya sea si se hayan independizado como sino. Esperemos que no vuelvan al país los casos de terrorismo como la ETA y mucho menos, que todos estos disturbios acaben en una guerra civil.