EL ALCOHOL Y LOS JOVENES

  El consumo indiscriminado de alcohol es un problema que afecta en gran medida a la sociedad en general, sin embargo, hay un sector para el que esta actividad es más peligrosa: la juventud.

Consumir grandes cantidades de alcohol puede ser catastrófico para nuestra salud, y si a eso se le suma que el cuerpo está aún en desarrollo, nos encontramos ante un gran problema. Sin embargo, también existe el derecho a divertirse cada uno como quiera, ya sea con alcohol o sin él. Podemos decir que el  principal problema, no es el beber alcohol, sino cuánto y con qué regularidad, porque un adolescente puede beber en una fiesta un poco, cosa que no le va a influir para nada en su cuerpo ni en su metabolismo.

Esta situación es como cualquier otra, una moneda de dos caras, una que consideramos buena y otra mala.  La cara “positiva” sería la del consumo junto a los amigos para pasar un buen rato, e incluso para perder la vergüenza si se es una persona insegura. Por otro lado, la cara mala sería el consumo excesivo y habitual de esta droga, que puede llegar a producir dependencia, depresión o numerosas enfermedades y patologías que serán  nefastas.  

En mi opinión, se debería tener un mayor control sobre los jóvenes y el consumo del alcohol… pero siendo legal para que haya una mayor libertad, pues creo que una persona de 17 años ya es lo bastante maduro para saber lo que le conviene.

 

 

 Pablo Romero Palacios 2º BT2