La mala educación

Se está convirtiendo en una situación común, sobre todo entre jóvenes, ver a un grupo de personas y que cada una de ellas esté mas pendiente de su móvil que de lo que puedan hablar los demás, si es que hablan. Esta incómoda acción no causa una buena imagen para los adolescentes. Cuando estás con los amigos es para hablar con ellos, para pasarlo bien juntos, como suelo decir cuando me pasa algo parecido: “para estar con el móvil me quedo en casa”.

No somos maleducados solo por utilizar el teléfono en cada momento, o por el sonido de un mensaje What’s App que interrumpe la conversación. Nos hemos acostumbrado a no dar las gracias, a no pedir las cosas “por favor” y a no tratar con las personas de “usted”.

En Roma entré en un bar en el que los cafés costaban, más que dinero, respeto: cuando, después de dar los buenos días, pedías por favor si te podían poner un café, el precio de este era más bajo que si únicamente te limitabas a decir “ponme un café”. Nunca se debería de perder el respeto, ni la educación, no cuesta tanto decir cuatro palabras más.

Tratar a los clientes de usted ya no es costumbre. Sólo lo usamos para referirnos a personas mayores. Normalmente, las personas jóvenes prefieren que no las llamen así porque las hace parecer más mayores de lo que en realidad son. Es sólo una cuestión de moda.

Debemos de cuidar la manera de hablar, el respeto y la educación es lo más importante en una persona. Buen ejemplo de falta de respeto son los programas en los que discuten continuamente, se hablan mal unos a otro y se insultan. A pesar de lo poco agradables que son la gente los ve. Porque si algo entretiene en este país es ver a gente discutiendo, además de los cotilleos que en estos programas cuentan.

Cuando hablamos de forma educada los demás reciben una mejor imagen nuestra. Tener respeto a los demás es algo importante.