Las Reformas del Bachillerato
Reforma Educativa.
La situación del Bachillerato en España es, en cuanto menos, caótica. Esto es así porque se pretende que en dos años nos convirtamos en personas totalmente nuevas, es decir, pasamos de una educación obligatoria en la que en muchos institutos prácticamente te regalan el graduado por asistir a clase o repetir un par de años a un primero de bachillerato donde se nos prepara apoyándose en una base ficticia, dando por sentado que los alumnos estamos acostumbrados al estudio diario.
En segundo, la velocidad con la que los profesores afrontan las clases aumenta de manera notable. Eso es así porque se pretende enseñar el temario más amplio de todo el sistema en el curso más corto y, para colmo, los docentes se ven obligados a preparar a estudiantes para pruebas exteriores, ya bien PAU o la prueba para el grado superior, donde se exige la totalidad del temario.
Si bien esto parece situar a nuestro sistema como uno de los más desorganizados, no hay que pasar por alto la configuración de las asignaturas. Cada vez los centros intentan ofertar un mayor número de optativas a sus alumnos, lo que origina problemas con las aulas, los horarios, las calificaciones, exámenes pero ¿Que pasará con los centros cuando tengan que repartir a alumnos con asignaturas de primero y de segundo? hay asignaturas que están relacionadas, por ejemplo para calcular los costes de una empresa necesitas derivar ¿Qué pasará cuando un alumno se encuentre con que para realizar un ejercicio necesita material de una asignatura de segundo que él no cursa?. Evidentemente esta nueva reforma contribuye aún más a corroborar el ya existente desorden en las aulas y que posteriormente se traduce en fracaso escolar.
Si de verdad quieren formar universitarios, una posible solución sería no esperar a formarlos cuando tengan ya 16 años y acabarlos en solo 18. Deberían comenzar la selección unos años antes, para afrontar con garantías el Bachillerato.
JUAN LUIS CURIEL TORRES
La situación del Bachillerato en España es, en cuanto menos, caótica. Esto es así porque se pretende que en dos años nos convirtamos en personas totalmente nuevas, es decir, pasamos de una educación obligatoria en la que en muchos institutos prácticamente te regalan el graduado por asistir a clase o repetir un par de años a un primero de bachillerato donde se nos prepara apoyándose en una base ficticia, dando por sentado que los alumnos estamos acostumbrados al estudio diario.
En segundo, la velocidad con la que los profesores afrontan las clases aumenta de manera notable. Eso es así porque se pretende enseñar el temario más amplio de todo el sistema en el curso más corto y, para colmo, los docentes se ven obligados a preparar a estudiantes para pruebas exteriores, ya bien PAU o la prueba para el grado superior, donde se exige la totalidad del temario.
Si bien esto parece situar a nuestro sistema como uno de los más desorganizados, no hay que pasar por alto la configuración de las asignaturas. Cada vez los centros intentan ofertar un mayor número de optativas a sus alumnos, lo que origina problemas con las aulas, los horarios, las calificaciones, exámenes pero ¿Que pasará con los centros cuando tengan que repartir a alumnos con asignaturas de primero y de segundo? hay asignaturas que están relacionadas, por ejemplo para calcular los costes de una empresa necesitas derivar ¿Qué pasará cuando un alumno se encuentre con que para realizar un ejercicio necesita material de una asignatura de segundo que él no cursa?. Evidentemente esta nueva reforma contribuye aún más a corroborar el ya existente desorden en las aulas y que posteriormente se traduce en fracaso escolar.
Si de verdad quieren formar universitarios, una posible solución sería no esperar a formarlos cuando tengan ya 16 años y acabarlos en solo 18. Deberían comenzar la selección unos años antes, para afrontar con garantías el Bachillerato.
JUAN LUIS CURIEL TORRES
0 comentarios