Alcohol y Juventud
El aumento notable del consumo de alcohol es realmente penoso. Como todos sabemos, los jóvenes beben para estar integrados entre los grupos de amigos, mientras que si tuvieran la suficiente personalidad podrían decir NO al alcohol y no ser marginados. Seguramente, la mayoría detestarán el sabor de esta clase de bebidas pero continúan ingiriéndolas. Es muy duro el adjetivo que he usado para describir nuestra situación actual es ’’penoso’’ aunque es la palabra que mejor lo define y explico el por qué.
Los jóvenes, sin darse cuenta de que bebiendo alcohol están dañando a un órgano muy importante (el hígado) y difícil de reemplazar, se emborrachan con el fin de comportarse que en su sano juicio no harían para que el día siguiente no se acuerden de nada. No obstante, después para no ser uno menos dirán que fue una noche espléndida. ¿Realmente la noche fue tan espléndida que ni se acuerdan de con quién estuvieron, ni con quien hablaron, ni de cómo llegaron a casa? Otras personas usan la bebida para quitarse la vergüenza, la inseguridad, etc. Ellos mismos son los que tienen que pensar que no van a tener en su cuerpo las veinticuatro horas del día alcohol para mejorar algo de su personalidad. Estas realidades generan la dependencia de este tipo de sustancias.
La solución a estas circunstancias es enseñar a tener una personalidad y un gusto propio, con la esencia única que todos tenemos en nuestro interior. Hacerles ver que no necesitan ningún tipo de droga para ser mejores personas, porque ya son magnificas sin ellas. El truco para no tener miedo de ser marginados es valorarse uno mismo, y tener claro que si se quiere consumir alguna sustancia sea porque en realidad se quiera.
Carmen Redondo Avís
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