¡No a la legalización de la marihuana!

Todas aquellas personas que piensan que debería ser legal porque el alcohol y el tabaco también lo son. El simple hecho de que alguien nos prohíba  algo nos causa más curiosidad por saber qué es. En estos argumentos se apoyan muchas otras para decir que si estuviera permitida, su consumo disminuiría bastante, y yo digo ¡no! Al poder comercializar esta sustancia se ampliaría cada vez más el número de vendedores, esto implicaría una gran demanda en el comercio porque su precio sería muy bajo. Al ser legal, los jóvenes empezarían a consumirlo antes, como en el caso del tabaco y el alcohol, lo que llevaría a una temprana adicción. Esto desestructuraría muchas familias ya no económicamente sino mental y socialmente.

 

 El debate de la legalización suelen  apoyarlo consumidores o traficantes. Uno de sus argumentos es que es necesaria para gente con problemas físicos y psíquicos. La marihuana sólo se suele recetar en casos muy extremos: para las náuseas producidas por la quimioterapia, el debilitamiento provocado por el sida… No para una leve ansiedad o una contractura en un hombro como estos individuos la usan.

 

 Siempre existirá esa ‘lucha’ entre las personas que dicen sí a la ‘yerba’ y las que como yo decimos que ¡No a la legalización de la marihuana! Cuya causa principal es la falta de cultura de una gran cantidad de hombre y mujeres en todo el mundo.