Doping en el deporte
El doping cada vez afecta más al deporte, porque en el mundo actual, valoramos más el resultado final que el esfuerzo propio. No basta con esforzarse para ser aclamado y valorado, sino que hay que ser el mejor. Por esto, es por lo que algunos deportistas recurren a sustancias prohibidas en el deporte profesional, para así poder llegar a lo más alto, porque solo con su esfuerzo no pueden conseguirlo.
El doping puede ser “bueno” en algunos sentidos. Por ejemplo, si un deportista por más que se esfuerza no consigue triunfar en un deporte, y no se le reconoce su esfuerzo, es comprensible que utilice el doping para poder ganar la competición. Así podrá ser aclamado como se merece por su esfuerzo. La utilización de sustancias vetadas en el deporte no es justa porque, al ser ilegal, no se pueden utilizar, y los que lo hacen tienen cierta ventaja hacia los que trabajan limpio. Si el dopaje fuera legal, es distinto, porque cada deportista puede decidir si tomarlo o no, y así estarían todos en las mismas condiciones.
Por otra parte, es verdad que si todos los deportistas hicieran eso, sería imposible reconocer el esfuerzo y la posición de cada uno. Otro punto negativo del doping es la propia salud del deportista. Estas sustancias están prohibidas por ser bastante perjudiciales para la salud.
En mi opinión, el doping tiene aspectos negativos y aspectos positivos,(¡cuáles?) pero yo creo que no se debería usar por ningún deportista, ya que es perjudicial para su propia salud y además le proporciona al deportista dopado una ventaja injusta sobre el resto de los deportistas.
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