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Riesgos de las redes sociales

Riesgos de las redes sociales

Cada día es más frecuente encontrarse a jóvenes adictos a los teléfonos móviles. Habitualmente cuando vas por la calle no ves a personas que no lleven móviles o tablets, independientemente de la edad que tengan, aunque la mayor parte son adolescentes. Pero, ¿por qué antes se podía vivir sin teléfonos y ahora forman parte de nuestro día a día?

Este es un tema del que se habla constantemente y que los abuelos repiten día a día con la frase típica: “nosotros antes sabíamos divertirnos saliendo a la calle a jugar con los amigos, ahora vosotros os pasáis el día en casa chateando”.

Actualmente vivimos en una sociedad en la que nadie se encuentra sin móvil u ordenador. Dejar de usarlo sería difícil porque se usa tanto para quedar con los amigos, para salir, para hablar con ellos o simplemente para muchos trabajos.

En mi opinión, los jóvenes estamos enganchados a las redes, aunque unos más que otros. No obstante, no somos solo nosotros sino que muchos adultos también lo están y muchas veces es causa de muchos divorcios. Las redes sociales poseen muchos  beneficios pero también son muy perjudiciales en nuestro día a día. Algunos de sus beneficios son: es una forma muy fácil de conectarme con mis amigos que no viven en mi mismo pueblo y compartir con ellos lo que me pasa a diario, sirven para quedar a una hora y en un sitio concreto para salir a tomar algo, te ayuda a estar enterado de todas las noticias que pasan a nuestro alrededor y sirven para buscar información que simplemente no entiendes. No obstante, también veo que son muy perjudiciales, la gente cada vez se hace más adicta y no presta atención al mundo que les rodea. Por ejemplo, sales un día a comer con la familia o a tomar algo con los amigos y siempre hay alguien que está todo el rato chateando y no se relaciona. Es un problema que cada vez pasa más a diario y las redes sociales te separan más de la gente que quieres. En otros casos, sirven para hacer bullying o acosar. Es frecuente oír en las noticias casos en los que alguien empieza a mandar mensajes hirientes, humillantes o rumores falsos. Las víctimas empiezan a tener miedo y dolor continuo, incluso se plantean el suicidio, mientras que el acosador se divierte. Este es el grave problema que yo veo a las redes sociales y que por tanto, hacen que piensen en lo que me dicen mis abuelos, quizás, tengan razón. Sería todo mejor si no tuviéramos móvil y saliéramos a la calle a divertirnos y a pasar el tiempo con nuestros amigos, como se hacía antiguamente. Muchas veces pienso en mi infancia y veo que los niños de ahora no van a saber lo que es disfrutar con los amigos y pasarse tardes enteras jugando al escondite, al teléfono escacharrado, a yincanas o a los típicos torneos de fútbol en el campo de niños contra niñas en los que terminabas perdido de barro y al llegar a casa tu madre se enfadaba por llegar tan sucio.

 

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