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Educación sexual y pornografía

SEXO, JÓVENES, EDUCACIÓN Y PORNO

SEXO, JÓVENES, EDUCACIÓN Y PORNO

 El sexo en general siempre se ha tratado como un tema tabú entre la familia, pero últimamente se está normalizando más hablar de estos temas en casa y se está tratando también en los institutos.

El sexo y la pornografía son asuntos habituales entre los adolescentes, pero no lo son tanto entre padres e hijos. Tanto a los padres como a los hijos les resulta incómodo hablar de sexo pero lo cierto es que es mejor recibir una educación sobre este tema por tus padres, a no hacerlo por internet. La películas pornográficas no siempre son reales y los adolescentes en muchas ocasiones, tienen una visión que no es la adecuada sobre el sexo. Muchas personas piensan que el porno debería de desaparecer o al menos ser censurado para menores, porque no se ajusta a la realidad y puede causar problemas en las futuras relaciones que tengan los adolescentes. Mi opinión, es que este delicado tema, debería ser tratado sobre todo en casa, los padres tienen que ir enseñando a sus hijos desde una cierta edad sobre el sexo y los problemas que puede ocasionar. Tienen que ser conscientes de que puede ser muy peligroso y causar enfermedades que llegan a ser mortales, como el sida, al igual que tienen que saber también todos los métodos que hay para evitar las diferentes enfermedades. Los niños tienen que llegar a la adolescencia con unos conceptos básicos para que no ocurra ningún tipo de problema y no se dejen engañar por las películas pornográficas.

 

En conclusión, el sexo es un tema tabú que poco a poco se va normalizando entre padres e hijos. La pornografía puede confundir a los adolescentes sobre como es el sexo y pueden tener problemas en un futuro por lo que lo mejor es que lleguen a la adolescencia con una educación básica.

 

DAVID EXPÓSITO BLÁZQUEZ

1º BT


EL IMPACTO DE LA PORNOGRAFÍA

EL IMPACTO DE LA PORNOGRAFÍA

 

La pornografía está cada vez más viralizada, en el móvil, en la televisión… Internet se ha consolidado como una herramienta para impulsar la accesibilidad al porno a través del anonimato. Por una parte esto tiene su lado positivo ya que cada uno podrá gozar de su rato íntimo sin tener que depender de nadie, pero tiene una influencia muy manipulada y hace que el porno se considere como un tabú construyendo una serie de imágenes distorsionadas de la realidad como son las actitudes violentas y despreciables, que afectan a nuestra vida personal y a nuestra manera de disfrutarlo, incluso promueven conductas no deseables.

Este problema cada vez es más perceptible en jóvenes quienes, se ven influenciados y llevan los comportamientos a su vida sexual personal creando en ellos un sentimiento de superioridad en la relación que pueden conllevar problemas como el machismo; considerando la mujer como un objeto sexual.

Para acabar con este problema debemos enseñar en que consiste en realidad el porno así como los riesgos que puede conllevar ( violencia, malentendidos) y cómo se pueden evitar para disfrutar de él correctamente (informádonos en páginas oficiales, blogs y muros de profesionales…). Estas enseñanzas deberán ser transmitidas sobre todo a los jóvenes de entre doce y dieciocho años ya que es en esta etapa cuando estos jóvenes más sienten esa atracción por la innovación y recurren al recurso más fácil: Internet.

En el colegio, en casa, en el instituto, en la calle... hay que normalizar este gran experimento sexual contemporáneo para poder acabar con estos problemas y confusiones que aumentan progresivamente.

 


 

Sexo, jóvenes, educación y porno

Sexo, jóvenes, educación y porno

La educación sexual es muy importante, no solo la deberíamos aprender en el colegio, sino también debería ser un tema normalizado en casa para evitar la desinformación.

La comunicación entre padres e hijos es importante. Para las familias, en general, por más que la relación sea fuerte, hablar de estos temas siempre es incómoda, hay mucho estigma al tratar temas como las masturbaciones, posiciones sexuales, enfermedades de transmisión sexual o inseguridades para el acto sexual 

Es importante saber las consecuencias y beneficios del sexo, por nuestra salud y prevenir cualquier enfermedad sexual. Podemos ver un montón de anuncios en la televisión acerca del uso del condón, páginas web que nos ayudan a guiarnos o incluso podemos encontrar series en netflix como Sex Education, que a través del protagonista, Otis, hijo de una sexóloga, puede aconsejar a alumnos de su instituto acerca de enfermedades de transmisión sexual, fetiches o cualquier problema en relación con el sexo o la preferencia sexual, y Big Mouth, que habla habla de los problemas que puede tener los preadolescentes al pasar a la adolescencia como la primera masturbación, la virginidad, la obsesión con el porno, teniendo como guías a los llamados monstruos de las hormonas que se encargan de aconsejar a cada niño.

Lo que sí debemos tener claro, es que el porno no es un medio educativo sino que está destinado a personas adultas y tiene un fin lúdico, en el que el espectador puede ver morbos populares en las que el espectador se puede ver reflejado pero que no podrá cumplir porque se muestra una situación irreal o subrealista y sobretodo por el modelo de porno que nos encontramos tan idealizado. Éste es contenido hecho para que el que mire este contenido se sienta complacido aun sabiendo que no muestra la realidad objetiva. Tan solo con ver los títulos se puede ver la imagen del sexo machista y en ciertos casos racista.


Educación sexual y pornografía

 

A mí, al igual que a muchos otros jóvenes, me hablaron sobre sexo cuando entré en la adolescencia. Me dieron alguna que otra charla en clase; y mi madre se sentó conmigo para explicarme nociones que todo el mundo debería conocer. Cuando llegué al instituto, yo sabía lo básico: que tenía que usar preservativo para no quedarme embarazada y no contraer enfermedades. Eso es, en esencia, lo que los padres les explican a los hijos y lo que cuentan en las charlas. Por algún motivo, ya sea por vergüenza o por la sensación de que los jóvenes no tienen edad para saber sobre sexo, las conversaciones y las clases al respecto parecen estar cogidas con pinzas: “No vamos a hablar de esto, no vamos a decir esto otro, porque no hace falta, porque me da vergüenza.” Pero la realidad es que sí es necesario, porque lo que un adolescente (o un niño) no aprenda en la escuela o en su casa, va a aprenderlo mediante internet o mediante las experiencias de sus amigos. 

La pornografía, que es la herramienta que más a mano tienen los jóvenes para suplir esa falta de información, enseña una imagen irreal de lo que es el sexo. Hace que se tengan creencias falsas y expectativas imposibles; por ejemplo, sobre los cuerpos que aparecen. Un adolescente que consuma porno pero que nunca haya tenido una experiencia sexual, puede pensar que los cuerpos de las actrices que aparecen ahí son lo normal; que todas las mujeres están completamente depiladas, que todas tienen los labios vaginales pequeños, que todas tienen los pechos simétricos y pueden alcanzar un orgasmo únicamente mediante la penetración, sin necesidad de estimular el clítoris. 

La pornografía, que a menudo muestra escenas de violencia y sometimiento (siendo la mujer quien generalmente las sufre), enseña a quienes la consumen que eso es lo normal. De hecho, son muchos los testimonios de ex-actrices porno que denuncian las terribles condiciones a las que eran sometidas por la industria pornográfica: “Me sujetó y me la metió sin lubricante, desgarrándome la vagina. Cuando empecé a desgarrarme y a llorar me dio la vuelta para que no se me viera llorando en cámara; me tiró del pelo y me ahogó una y otra vez, incluso habiéndole dicho que me dolía y que apenas podía respirar.”, Alexa James; “Es un negocio tan feroz como la trata. Todos nosotros hemos sido obligados a hacer una escena que no queríamos hacer.”, Shelley Lubben. Los jóvenes que no han recibido educación sexual aprenden viendo esta clase de vídeos, que a menudo muestran prácticas violentas no consensuadas o incluso violaciones.

Hay quienes opinan que abolir la pornografía es la mejor opción para que los jóvenes vivan su sexualidad de forma sana. Lo cierto es que eliminar por completo esta clase de vídeos de internet e impedir que sigan filmándose es prácticamente imposible. Lo que debe hacerse es proporcionar educación sexual completa tanto en casa como en la escuela; y hacer que esos temas dejen de ser algo tabú. De esa forma, cuando sean ellos quienes tengan relaciones, no tratarán de imitar las escenas artificiales que ven en la pornografía.

 

 

El tema tabú

El tema tabú

 Sexo, el tabú por excelencia. No está bien visto hablar de sexo con ciertas personas, padres, profesores. En definitiva, adultos, quizás los únicos con algo de experiencia, que podrían arrojar un poco de luz al asunto. Y es que, en verdad, no existe un libro de instrucciones a seguir lo que, verdaderamente asusta. Los adolescentes nos hacemos infinidad de preguntas sobre cómo funcionan las relaciones sexuales o cómo debemos actuar.. Sin embargo, nadie acude en nuestra ayuda, ni nos da un simple consejo sobre cómo enfrentarnos a esa situación que, a veces nos da tanto miedo. Nuestras únicas fuentes de información serían entonces: nuestros amigos (con incluso menos experiencia) o la pornografía virtual.

En la mayoría de ocasiones por vergüenza o miedo quizás, acudimos a la pornografía buscando lo que nos pueda ser útil en la práctica. No obstante, el porno solo nos enseña un tipo de sexo, que no se corresponde del todo con la realidad. Ese sexo sin sentimiento, cuyo único objetivo es intercambiar fluidos. Ver porno solo nos hace tener una visión errónea del sexo que nos hace confundir la realidad con la ficción. Esta confusión puede dar lugar, por ejemplo, a conductas sexuales agresivas, que desencadenaran más tarde en agresiones sexuales. De hecho, el número de agresiones sexuales en grupo o “manadas” han aumentado en los últimos años en España, así como lo han hecho las búsquedas sobre este tipo de agresiones en webs pornográficas. El consumo de este tipo de videos tan violentos ha provocado que ciertas personas se exciten ante la violencia contra otras personas. 

Por tanto, para evitar estos comportamientos, que deberían ser calificados como inaceptables, es necesario invertir en una buena educación sexual para los más jóvenes, tanto en las aulas como en las casas, cuyo único fin será desmentir lo que vende el porno. Este nuevo proyecto sería beneficioso para todos, los jóvenes se sentirán menos inseguros cuando se enfrenten con sus primeras relaciones sexuales y la sociedad quizás, poco a poco, deje de ser tan violenta, y normalice, de una vez, hablar del sexo sin tabúes. 


Sexo y porno en los jóvenes

Sexo y porno en los jóvenes

La escuela es un lugar para que los jóvenes aprendan, entre otras cosas, relaciones sociales. Estas son un camino para empezar a moverse por las redes sociales, conocer más gente y empezar a investigar en lo desconocido, como es el porno, aprendiendo una idea equivocada de lo que se ve en ellas, pudiendo hacerlos creer  que el sexo entre los jóvenes, es algo habitual, llegando a confundir sexo con porno, se aprenden ideas erróneas que después, se extienden en la escuela, dando lugar a confusiones, como el caso de las últimas noticias de la aparición de las manadas.


Algunos jóvenes creen que el sexo es solo lo que ven en Internet, sin tener en cuenta sentimientos, respeto, dignidad y otros muchos valores, cada cuál más importante, que nos han ido enseñando en la escuela a lo largo de la vida, y que ahora se están perdiendo, por un mal uso de las redes sociales, por lo que ciertas páginas porno deberían estar vetadas hasta una edad en la que pudiéramos distinguir los dos términos, sexo y porno.


Sin embargo, las redes sociales también nos ayudan a aprender y a investigar sobre el sexo y el porno, siempre que sean utilizados para un buen fin. La escuela también nos enseña a distinguir y a aprender la diferencia entre sexo y porno, y la familia es un pilar importante en este tema que todos los jóvenes deberíamos conocer.
¿Realmente todos estamos bien informados y sabemos distinguir estos dos términos tan distintos?

Sexo, jóvenes, educación y porno

Sexo, jóvenes, educación y porno

 

El porno por Internet es cada vez una actividad más común. Todos los adolescentes o la gran mayoría lo ven como algo dentro de lo normal. ¿Pero nos damos cuenta que no se ajusta a la realidad y puede ser perjudicial para nuestra vida sexual? Es perjudicial porque los niños empiezan a consumirlo a edades cada vez más tempranas y todo lo que se ve es ficticio. El gran problema del porno por internet es que se hacen una idea distinta de los que es el sexo y tratan de imitarlo, sin darse cuenta que lo que están viendo es ficticio, son actores y que la verdadera realidad no es así.

Una de las causas que hace que los jóvenes veamos este tipo de cosas está en casa. Para los padres normalmente, es un contenido tabú, no saben cómo hablar de sexo con sus hijos y deciden no hacerlo. Si en casa desde pequeño te hablaran del sexo como un tema normal, la mayoría de los jóvenes no lo buscarían.

El porno debería ser censurado, porque lo único que hace es mostrar una idea distorsionada del sexo. Por algunos artículos que he leído, no solo perjudica a los jóvenes, también afecta a adultos que tratan de imitar lo que ven en estas películas porque piensan que lo que ven en ellas es lo que gusta a todo el mundo.


 

LA EDUCACIÓN SOBRE EL SEXO

Debería haber una asignatura que nos ayude a los jóvenes a saber más sobre el sexo para que cuando llegue el momento sepamos lo que tenemos que hacer y de qué manera, porque el porno no es una buena fuente para saber lo que tenemos que hacer porque puede ser ficticio, violentas, machistas,… Por otra parte tambien deberia haber una asignatura sobre el sexo porque muchas veces nuestros padres no son capaces de hablar de eso con nosotros o porque creen que vemos porno y con eso ya sabemos de sobra. Pero a veces los que evitamos esos temas somos los jóvenes por vergüenza o porque creemos que ya sabemos todo sobre el sexo.

Muchas veces los adultos dan por hecho que casi todos los jóvenes vemos porno y lo manifiestan diciendo: “está en edad de ver esas cosas”, “seguro que sabe más que nosotros de esos temas” o “ya tiene una cierta edad para eso” , estos casos se suelen dar cuando estas con tu familia y sale el tema del sexo. A mi, mis padres siempre me han dicho que no te creas todo lo que ves refiriéndose al porno. Nosotros solemos desviar muchas veces esos temas volviendo a decir algo de una conversación anterior o directamente coger he irte a hacer supuestamente los deberes. Muchas veces los sitios donde los jóvenes ven porno son peligrosos y ni nosotros lo sabemos y otras personas pueden acceder a tu información, mandar un virus a tu dispositivo o crear contenido falso (pero no del porno sino mensajes, que tengas que pagar una cierta cantidad de dinero,...).

Debería haber una asignatura que nos enseñe sobre el sexo y porque no debemos fiarnos del porno de internet. 

 

Un sexo ficticio

Un sexo ficticio

Todo el porno es sexo pero no todo el sexo es porno. Es algo que muchos jóvenes no saben diferenciar por culpa de la gran desinformación que existe. Las escuelas carecen de educación sexual por culpa del tabú que genera el porno. Los estudios nos confirman que el porno, es consumido cada vez por un público más joven.

El cerebro adolescente no está preparado para consumir este tipo de contenido dedicado a los adultos. Los pequeños no saben separar lo ficticio de lo rea. En un futuro, les puede provocar un conflicto con otras personas al mantener relaciones sexuales. Esto es debido a que en la pornografía predominan unos determinados estereotipos. A esto se le suma que en la escuela o en el instituto, no es nada común hablar sobre porno. Del sexo se habla en alguna charla informativa. Pero esta educación debe venir desde casa. Los padres (según los sexólogos) deberían sentarse a hablar con sus hijos sobre estos temas. Algunos de lo expertos como la doctora Debbt Herbenick, psicóloga de la Universidad de Maryland, (EEUU), aseguran que aunque es un momento embarazoso, estas conversaciones evitan las probabilidades de que los hijos mantengan relaciones sexuales a la ligera y con poca cabeza. Cuanta más educación sexual reciban los niños, más informados estarán y menos vergüenza desarrollarán entorno al sexo. Por tanto, cuanto antes se empiece a hablar sobre la sexualidad en casa, mejor, asegura la doctora Herbenick.

En conclusión, en vez de prohibirlo, los padres y educadores deberían hablar sobre el sexo como un tema natural, como lo que es. Aunque sentimos vergüenza y tenemos un poco de miedo al mantener estas conversaciones, debemos vencer estos dos sentimientos y debemos vencer este tabú.



África García
1ºBT

Sexo, jóvenes, educación y porno

Sexo, jóvenes, educación y porno

Ni las películas de la saga “Fast & Furious” están creadas para aprender a conducir, ni la pornografía está pensada para aprender a mantener relaciones sexuales. Por definición, la pornografía es la filmación, fotografiado y exposición de manera explícita de relaciones sexuales. En ningún sitio pone que haya que tomarla de ejemplo o haya que  tratar de imitarla, entonces, ¿por qué los jóvenes lo hacen?

Casi con total seguridad, podría decir que es la única educación sexual que reciben y no es buen ejemplo, porque muestra un tipo de relación monótono  y da a entender que a todos y todas les gusta lo mismo y lo que ellos muestran es lo que hay que hacer para hacerlo bien, además incita a estas generaciones a pensar que hay dos tipos de sexo, el que se mantiene en pareja, que es amor romántico y el que se mantiene fuera de una pareja sentimental, que es sin sentimientos y en el que importa más la cantidad que la calidad.

Siguiendo con cómo practican el sexo en el porno, con el paso de los años han aumentados las escenas más impactantes. Un estudio de la Universitat de les Illes Balears concluye que los adolescentes que consumen este porno más violento, en el futuro tienen más probabilidades de vincularse a agresiones sexuales.

El cine para adultos no muestra la realidad de mantener relaciones sexuales, no hablan de ETS, ni de gatillazos, ni de planes que no salen bien y ni mucho menos de lo que viene antes de llegar a mantener sexo con otra persona.

Además la variedad estética de los protagonistas de estas películas es muy limitada. Por lo que la anatomía comparativa está muy presente y su público adolescente puede salir mal parada en esa incorrecta pero inevitable comparación.



LAS CONSECUENCIAS DEL SEXO EN LA ADOLESCENCIA

LAS CONSECUENCIAS DEL SEXO EN LA ADOLESCENCIA

En alguna época de nuestra vida nuestros padres están pendientes de nosotros, acerca de la educación, el respeto, la solidaridad, pero: ¿Ellos se paran a dialogar con nosotros acerca del sexo o la pornografía? He de aquí una cuestión que los padres deberían de hablar son sus hij@s.

Los jóvenes de hoy en día están mucho consumiendo el internet, pero: ¿Realmente vemos lo que están haciendo con sus teléfonos o Tablet? La pornografía es uno de los puntos clave a enseñar. De cómo no se debe utilizar y cuales son sus riesgos. El sexo es también uno de los puntos clave a la hora de hablar con ellos. Cual es el uso responsable del sexo y diferenciarlo.

Yo pienso que estos son situaciones de riesgo que tenemos que empezar a frenar en cuanto a la adolescencia. Si es verdad que los jóvenes se quejan de que en sus casas no hablan de sexo o pornografía. En resumen, todos debemos aprender del uso del sexo y llegar a una conclusión con los jóvenes.

Sexo, jóvenes, educación y porno.

Sexo, jóvenes, educación y porno.

 Para comenzar, he de decir que la pornografía se debería restringir hasta cierta edad de madurez mental, es decir, a partir de la adolescencia ya te puedes considerar una persona algo madura y con principios éticos. Por lo tanto ya estarías capacitado para consumir ese material. En cambio, si un niño de cierta edad en la que no es consciente de lo que hace, ve pornografia, pues tendrá una imagen muy diferente e incluso podría asustarse. Un adulto que consume pornografía, entenderá que es un trabajo y que hay dinero de por medio (y muchos productos químicos para evitar embarazos y enfermedades),aparte de un inmenso control e higiene por la empresa productora, mientras que un niño se creería que es la realidad sexual humana.

Evidentemente la pornografía es un producto hecho para personas mayores de 18 años, pero eso no significa que personas menores de edad no podrán consumirlo. La pornografia es un producto comercial consumido por personas que nunca o poquísimas veces han mantenido relaciones sexuales, y esos videos de pornografía les ayuda a complementar su vida sexual ya sea con excitaciones o masturbaciones. Una vez ya tengas pareja con la compartir tu vida, creo que no se necesitará el consumo de material pornográfico, podrás mantener relaciones íntimas con tu pareja y con eso completarías tu vida sexual de manera tranquila. 

Por otra parte, el sexo es la base de la supervivencia de cualquier especie animal y sobre todo en el ser humano. Este tema tan tabú, desafortunadamente no se comunica lo suficiente como para advertir a los jóvenes de ciertos peligros ya sean enfermedades o embarazos no deseados. El tema del sexo debe ser impartido tanto en clase como en casa, es algo que debe conocer cualquier ser humano. El doctor Mark Schoen, director de educación sexual del Instituto Sinclair dice: "es triste, el hecho es que más de la mitad de nuestros niños obtienen su primera ’educación sexual’ a través de películas para adultos en internet”. Si una persona quiere tener sexo de manera que no quiere tener hijos,debe hacerlo con alguien que le de confianza y debe usar preservativos para una relación limpia sin problemas.

Es evidente que el contenido erótico debe ser censurado en cualquier red social para evitar causar disgustos y traumas en personas menores de edad (actualmente se censuran los órganos sexuales masculinos y femeninos en todas las redes sociales menos en Twitter). El contenido pornográfico debe tener su propio espacio en una página web .

Finalmente, deben dejar de creer que el sexo es algo malo y pensar que es un principio de supervivencia y que hasta se ha llegado a comercializar dando lugar a la pornografía.


UN MUNDO FICTICIO QUE TOMAMOS COMO REALIDAD

UN MUNDO FICTICIO QUE TOMAMOS COMO REALIDAD

 

El placer es una sensación agradable que nos provoca satisfacción. La comida y la música son pequeños factores que nos dan esa satisfacción. Sin embargo, cuando pensamos en placer, inmediatamente se nos viene a la cabeza el sexo. Ese conjunto de acciones que producen excitación, y que normalmente culminan con la eyaculación masculina. Pero, ¿la mujer termina satisfecha a la vez que el hombre o es un mito creado por la pornogrfía?

Cualquiera tiene a su alcance un video pornográfico, con solo poner en el buscador la palabra porno. Y lo cierto, es que, para muchos, estos videos son una herramienta de aprendizaje acerca de la sexualidad, porque es un tabú, que no se trata apenas. El porno representa actos sexuales y eróticos perfectos y muy alejados de la realidad. Su finalidad es satisfacer al espectador con escenas en las que se aprecia a un individuo dominante, que posee a otro, en muchas ocasiones con violencia. De ahí viene que pensemos que cuando el hombre eyacula, el acto sexual ha finalizado, sin importar si la mujer ha alcanzado su máximo punto de placer, o que el cuerpo debe ser perfecto sin ningún rastro de vello. En cierto modo, el porno es machista porque representa a la mujer como una imagen perfecta que es usada para la satisfacción.

Muchas veces he escuchado esa expresión de que por hacerlo sin protección no pasa nada siempre y cuando el hombre eyacule fuera. Pues bien, durante la eyaculación masculina no es el único momento en el que se liberan espermatozoides, por lo que sigue habiendo posibilidad de embarazo aún habiendo sacado el pene a tiempo. Además se pueden transmitir muchas enfermedades sexuales, como el SIDA, que no nos damos cuenta de que tenemos, porque no presenta síntomas. Muchas veces no somos conscientes del peligro que supone tener esta enfermedad u otras, porque no tienen cura, y nos acompañarán el resto de nuestras vidas.

El mundo pornográfico nada tiene que ver con la realidad. Por lo que se debe empezar a informar a los jóvenes de los peligros que existe a la hora del acto sexual, tanto en casa, como en las aulas, dejando a un lado la vergüenza de hablar de estos temas tan tabú.

 

 

Sexo, jóvenes, educación y porno.

Sexo, jóvenes, educación y porno.

Es inútil intentar negar la realidad o cubrir con un velo lo evidente, y es que el consumo de porno online entre los adolescentes está mayoritariamente extendido pese al intento de ocultarlo de los más inseguros. Precisamente este es uno de los principales problemas que envuelve al contenido de carácter sexual en Internet: el reparo que produce hablar de ello. Tanto padres, profesores como adolescentes evitan a toda costa abrir una conversación relativa al porno o al sexo. Se inicia así una dinámica que carece de sentido por completo en la que los jóvenes se autoengañan pensando que sus padres no saben que ven porno y los padres simplemente piensan “Mi hijo no se mete en esas cosas” conociendo perfectamente que es mentira. Ciertamente es lo más cómodo, todos miran hacia otro lado y evitan malos tragos. Esta es la razón por la que los jóvenes asimilan el alto grado de violencia que está presente en los vídeos que consumen por Internet como normal, adecuada o incluso necesaria en sus relaciones sexuales. El sexo no consiste en humillar a la mujer o realizar actividades violentas solo para conseguir un poco de placer; ante todo es una actividad que nace a partir de la confianza mutua y el respeto entre una pareja. Por lo tanto,, la imagen del sexo que está difundiendo el porno es nefasta porque ignora por completo el nivel de afectividad necesario para tener relaciones con otra persona y se centra solo en obtener placer.

Además de esto, otro gran inconveniente del porno es que muestra el mismo contenido y las mismas actividades sobreentendiendo que todos los consumidores de porno tienen los mismos gustos. Aquella persona a la que no le gusten las acciones que se muestran en las webs de contenido sexual y que no tenga ninguna noción de lo que es el sexo en realidad, desarrollará inseguridades porque pensará que no podrá llevar a cabo las actividades sexuales que estos vídeos se han encargado de transmitir como normales. Por otro lado, una cuestión a la que los jóvenes son especialmente vulnerables es al modelo de belleza (tanto del mismo sexo como del contrario) que se transmite en estos vídeos. Puede suponer un gran foco de ansiedad en un adolescente considerarse poco atractivo al no parecerse a este modelo.

El sexo no es perfecto, no tiene por qué ser violento, no debemos tener los mismos gustos que los demás, no tenemos por qué parecernos a los actores que vemosEl porno debería ser concebido como una utopía y no como un modelo y así deberían los padres explicárselo a sus hijos.

Sexo, jóvenes, educación y porno.

Sexo, jóvenes, educación y porno.

 

La pornografía es un negocio que influye negativamente en los jóvenes. Les muestra el sexo muy diferente a la realidad, lo que causa una visión equivocada y múltiples dudas. No se puede evitar que los jóvenes vean porno, puesto que existe gran facilidad para obtener este contenido en la red y es normal que sientan curiosidad. El problema no es presenciarlo, sino tomarlo como referencia y creer que lo que están viendo es real y apropiado.

No podemos culpar a la industria del porno de este asunto puesto que lo correcto sería que los adolescentes recibiesen una adecuada educación sexual. A menudo los padres evitan el tema porque se les hace complicado e incómodo hablarlo con sus hijos y esto es un inconveniente dado que en el instituto tampoco hay una asignatura donde los alumnos sean informados. El recurso fácil que les queda es consultar internet. Nadie les conciencia de la importancia de usar preservativo, no solo por evitar embarazos no deseados, sino además por las múltiples ETS que existen. La investigación llevada a cabo por Manuel Antonio Velandria para su tesis en Enfermería y Cultura de los Cuidados, con una muestra de 1.500 alumnos ha determinado que más del 60% de los chicos no utilizan el preservativo. 

Además este tipo de contenidos no sólo causa repercusiones en las personas jóvenes. Los adultos que lo consumen aprenden unos comportamientos incorrectos a la hora de mantener relaciones por conductas agresivas hacia el sexo femenino que nos ofrece el porno. Para que la pornografía deje que de ser perjudicial, se debe cambiar la imagen de la mujer, mostrar igualdad y lo más importante, que todo el mundo entienda que es ficción y no una fuente educativa.


 

La (des)educación sexual

La (des)educación sexual

 

El sexo es obsceno, es vulgar, es sucio y es primitivo, pero también es uno de los mayores placeres que pueden experimentarse, y un acto que dota a la vida de una emoción muy particular. La sexualidad ha sido durante muchos siglos un tema tabú en las civilizaciones cristianas y occidentales, una especie de cuestión chabacana que no estaba permitido mencionar en ambientes sofisticados o respetables.  Y a pesar de que en los últimos años las sociedades se han tornado más progresistas y comprensivas con respecto a este asunto, todavía hay una preocupante multitud de meapilas que creen que pronunciar la palabra sexo equivale a enunciar una especie de maleficio satánico sacado del Necronomicón. En pleno siglo XXI, creo que es hora de comunicarles a todos estos individuos que- por suerte o por desgracia- las relaciones íntimas no son ni las llaves de las puertas del abismo, ni el rito que despertará al ejército de las tinieblas. De hecho, el sexo es un acto de lo más natural, beneficioso, estimulante y divertido, siempre y cuando se lleve a cabo de forma segura, responsable y agradable. 

  Hace un par de meses, cierta política española- que, por cierto, se parece bastante al antagonista de Batman- aseguró que la sexualidad debería quedar fuera de las aulas, pues no quiere que algunos conceptos o enseñanzas influyan de manera negativa en sus hijos. No obstante, lo más chocante del asunto fue observar la cantidad de personas que apoyaron estas declaraciones. ¿Qué es lo que pretenden estos individuos? ¿Que sus hijos jamás conozcan la existencia del sexo y vivan en un perpetuo celibato involuntario? ¿O que aprendan sobre él a través de la pornografía? Para eliminar el estigma del sexo y prevenir a la juventud de los peligros que este puede acarrear, es necesaria la implantación de una verdadera educación sexual integral e inclusiva en los centros de enseñanza públicos. Es vergonzoso que, en un país primermundista como lo es España, la educación sexual se limite a un par de comentarios en clase de biología y una o dos charlas a lo largo de toda la vida escolar. Y es que esta animadversión que parecen tenerle los colegios e institutos al sexo es en gran parte responsable de los embarazos indeseados y de la propagación de las enfermedades de transmisión sexual. La introducción de una asignatura particular que trate el sexo desde muchos y muy variados puntos de vista es, por tanto, imprescindible. 

            El sexo puede ser una experiencia maravillosa, pero también una terrible. Por ello, la educación sexual debería implementarse en las escuelas e institutos, para que los jóvenes aprendan gracias a profesionales- y no a la pornografía, cuyo fin no va más allá del ocio-que mantener relaciones íntimas, siempre y cuando sean seguras, es fantástico, y algo de lo que no deberíamos sentirnos avergonzados. Además, también es preciso explicar que el sexo no tiene por qué desarrollarse de una forma determinada, sino que hay infinitas maneras de disfrutarlo. La clave está en experimentar. 


 

Sexo, jóvenes, educación y porno.

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Tal y como dice la sexóloga Lanae St. John la pornografía es un entretenimiento, no una educación. El porno posee fácil acceso, y los jóvenes, al no estar acostumbrados a oír sobre ello, simplemente por curiosidad tienden a buscarlo. Sin embargo, el problema no está en que lo vean, sino en que idealizan este tipo de prácticas y piensan que ocurrirá así en la realidad. Cuando esa persona se da cuenta de que no sucede de esta forma, se siente frustrado o decepcionado. Muchos expertos postulan que lo mejor es que estos temas sean hablados en casa, porque el porno tiene un contenido totalmente ficticio, que no se ajusta a la realidad. También deberían se debería de ofrecer información en los institutos, por personas más cualificadas que den mejores explicaciones ajustadas a la realidad.

Creo que el porno debería ser censurado, por varias razones. Primero este tipo de enseñanza no debería de ser propagada por Internet, porque está al alcance de cualquiera y de cualquier edad. Además de que sea incorrecto, a veces es machista. Existen videos de ‘manadas’ o violaciones como nos cuenta Noemi Domínguez una importante sexóloga. Estas secuencias son reproducidas sobre todo por la población masculina, en ellos aparecen varios hombres y una sola mujer de una forma un tanto violenta. A parte de todos estos argumentos, en el porno aparece sexo grupal que provoca que un gran número de jóvenes quieran realizarlo en la vida real. Además, se puede dar el caso de enfermedades de transmisión sexual, las cuales no tienen cura y pueden ser muy peligrosas para la salud. Y tú, ¿Qué opinas sobre el porno?

 

Arantxa Zamora García 2ºBT

Sexo, jóvenes, educación y porno.

Sexo, jóvenes, educación y porno.

 

Pese a lo que se suele creer, en España el sexo aún es un tema que si bien no es tabú, no parece considerarse un tema del que hablar entre adolescentes. Si uno cuenta sus experiencias sexuales al resto de sus amigos, a no ser que se trate de gente con cierta madurez o que también ha tenido, seguramente uno de ellos se ría o haga un comentario fuera de lugar.

Creo que se debe tanto a la falta de educación sexual como a lo extendido que está el consumo de pornografía entre los jóvenes. Además, por esto último, acaban pensando que las relaciones sexuales son algo idealizado y mecánico, y esto puede causar muchos complejos si, por ejemplo, un chico no dura el mismo tiempo que un actor porno.

Sin embargo, lo que me parece más perjudicial de la pornografía no es eso, sino que los jóvenes adquieren una visión muy machista del sexo. Por ejemplo, parece que hay una tendencia a las violaciones en grupo como la manada, que, además, grabaron lo que hicieron, o en otros casos, algunos violadores, como Ted Bundy, admitieron que fueron influenciados por el porno.

La pornografía no es algo nocivo de por sí, pero sí debería cambiar en muchos aspectos, como en el tipo de escenas que se muestran, pues pueden publicarse vídeos muy violentos, incluso de violaciones. Esto, sumado a la escasa educación sexual, hace que los jóvenes aprendan de la pornografía; pero, aunque hubiera educación sexual, la pornografía seguiría siendo un factor muy influyente en cómo percibimos el sexo.


 

Sobre el porno

 Durante la pubertad se producen una serie de cambios muy grandes en los adolescentes. Cambian su forma de vestir, sus intereses, su comportamiento y entra en juego el factor que caracteriza esta etapa; el cambio hormonal. Como consecuencia, se comienzan a desarrollar partes del cuerpo humano que no habían sido empleadas hasta ahora, como el aparato reproductor. Cuando se realiza el acto sexual, no solo se tiene como objetivo la fecundación, sino que también se busca cierta satisfacción.En la mayoría de los casos, los niños descubren la masturbación porque un amigo del instituto habla sobre ella, además de preguntar por opiniones sobre personas que vió en la red, y se empieza a hablar de porno.

La pornografía es el conjunto de material audiovisual subido a la red que recoge esencialmente personas realizando el coito. En este campo también se recoge un tipo de producciones denominadas películas porno. Este tipo de videos genera una gran polémica y el motivo está debidamente fundamentado; la mujer se muestra idealizada según el deseo masculino. Las películas son películas porque narran una historia ficticia. Así como los numerosos niños que se suicidaron accidentalmente pensando que podrían volar como Superman, los adolescentes que consumen pornografía piensan que así es la realidad, la diferencia con respecto a los incidentes provocados por la película Superman es que los niños pueden ser conscientes de que volar es imposible pero los adolescentes, que nunca han recibido información sobre este campo, tienden a pensar que la realidad es como se muestra en los videos, introduciendo así una serie de ideas machistas que son responsables de muchas violaciones. Sería relativamente fácil crear una ley que prohíba el porno, pero eso no va a suceder principalmente por dos motivos: el primero es que genera una gran cantidad de dinero, y el segundo es que casi todo el mundo lo consume: tan solo en 2016, la suma de las duraciones de todos los videos de carácter pornográfico de una única página web resulta en 4600 millones de horas, con esto quiero decir que tal cantidad de personas lógicamente no va a querer prohibir algo que consumen y aceptan. En países como Nepal, esta prohibición se ha llevado a cabo dos veces; la primera vez los habitantes cargaron contra el gobierno y posteriormente infringieron la ley, y la segunda sigue en marcha, aunque se prevé que acabe de la misma manera que la primera.

 

Para concluir, me gustaría señalar que la masturbación en los adolescentes es normal, al fin y al cabo, forma parte de su desarrollo. El problema no es cuando se recurre al porno, sino cuando se considera como algo real. Gracias al porno aceptas que las mujeres aprecian la violencia, y cuando tomas parte en una relación sexual reproduces las mismas agresiones, pero con la diferencia de que en la vida real duelen. La industria del porno es una gigante que con total seguridad no se va a derrumbar mientras la humanidad siga existiendo, por lo que es conveniente concienciar a los adolescentes en las escuelas sobre este tipo de contenido para así llegada su edad adulta sean capaces de actuar como es debido y no siguiendo las pautas de una película, evitando de este modo numerosas violaciones.


Sexo, jóvenes, educación y porno.

Sexo, jóvenes, educación y porno.

Los casos de violencia de género siguen aumentando. Las agresiones en las fiestas, los insultos a plena luz del día, maltrato, coacciones, machismo. Cada vez son más los jóvenes que lo hacen, y nadie intenta enseñarnos.

Siempre se les dice a las mujeres cómo deben vestir para no llamar la atención, que siempre tienen que ir acompañadas, que no hagan caso a comentarios, risas o miradas. Resumiendo, cómo deben actuar para no ser violadas. Sin embargo, a mi nadie me ha dicho nunca que no tengo que decir un piropo a nadie por la calle porque le puedo hacer sentir un objeto, que no tengo que insistir si no quiere, que puedo arruinar el día a alguien con un simple comentario, que no es no. Si desde pequeños nos hubiesen enseñado en el colegio o en casa a no actuar de esta manera, casos como el de la manada, el de Diana Quer o muchos otros más que ni siquiera han salido a la luz no habrían sucedido. Niños de apenas seis o siete años no se habrían quedado sin su madre, por culpa de su padre. Madres no habrían deseado pasar el sufrimiento en vez de que lo pasasen sus hijas. Y todo porque no fueron educados. Los errores cometidos en el pasado son imposibles de enmendar, pero quizás nos sirvan para aprender que hay que cambiar. Que hay que empezar a promover charlas o incluso asignaturas para que no se cree una manada de jóvenes de diecisiete años. Que la industria pornográfica en la mayoría de ocasiones es machista y se aleja de la realidad. Que no somos tan expertos como nos creemos. Que el aborto sí, pero la marcha atrás no. Los jóvenes también tenemos que aprender a escuchar, porque, aunque parezca que los padres son unos pesados siempre con lo mismo, o que qué me va a enseñar un profesor a mi, ellos han tenido nuestra edad y han pasado por la misma situación que nosotros. Y, a lo mejor a ellos no se los informaba y por eso ahora quieren hacerlo.

 

No sé cuál es la mejor manera para educarnos contra el machismo y el maltrato, si crear una materia que únicamente hable sobre esto, que nos den charlas cada cierto tiempo o que sean los padres los que se encarguen, lo que sí sé es que mujeres, homosexuales, transexuales y demás colectivos minoritarios están siendo discriminados constantemente, y que hay que hacer algo para frenarlo.

 

Jorge López Curiel

2ºBT