Víctimas y sospechas.
Este caso en el que se viola a una chica en Pamplona no es la primera vez en la que una persona inocente sufre abusos sexuales o es violada, y si no se soluciona este problema tampoco va a ser la última. Observar ¿ Cómo una persona puede decir que la culpa de la violación es de la víctima y no del agresor ?, ¿ Cómo un padre puede ser tan cruel y egoísta como para culpar a la víctima para justificar los errores de su hijo ? Esto no solo da miedo, sino que también es vergonzoso. ¿ Y si la víctima hubiese sido su hija, entonces, también la habría culpado a ella ?
A nadie le gustaría ser obligado a hacer algo que no desea hacer, por lo tanto nunca podemos decir que la culpa es de la víctima por vestir como quiere o por comportarse de manera diferente a los demás. Esto no es una excusa para el error que comete el agresor, porque todos tenemos derecho a comportarnos como queremos y los demás no somos nadie para castigar a una persona por ser como es. De ningún modo tenemos derecho a violarla, insultarla y mucho menos decir que esta nos provoca. Estas acciones son un insulto para toda nuestra sociedad y la persona que ve a otra cometer estos delitos, el que ve como alguien está sufriendo y no hace nada para pararlo es igual de culpable que el que comete estas agresiones y por la tanto también merece ser castigado.
Seguramente si la hija de este hombre hubiese sido la víctima él habría intentado que al agresor se le diera el mayor castigo posible; ¿ Y si ahora se le preguntase esto a los padres de todos los agresores ? , lo más probable es que sus respuestas fuesen las siguientes: “ Es imposible que mi hijos sean violados, ellos no van provocando” o “ No puede ser, mis hijos nunca se comportarían de un modo que les comprometiera a ser víctimas de abusos”. Lo que estas personas no entienden es que los culpables de estas agresiones no son nuestros comportamientos o nuestra ropa sino que toda la culpa es del agresor y si no se le castiga éste seguirá cometiendo los mismos errores. Por ejemplo, cuando un niño pequeño hace algo mal, entonces éste merece ser castigado, pero además es obligación de los demás castigarle para que aprenda y no vuelva a cometer este error.
Es cierto que el amor es una de las necesidades principales del ser humano al igual que comer o beber. En todos los casos debe ser uno mismo quien decide si hacerlo o no y cuando. No podemos obligar a otras personas a comer porque nosotros queremos que lo haga, por lo tanto tampoco podemos obligarle a mantener relaciones sexuales porque nosotros queremos. Tampoco tenemos derecho a insultar con comentarios como: “ No salgas con esa ropa si no quieres que te acosen”, “Así vas provocando” o “Perra, poco más y sales desnuda”. Estos son unos de los pocos comentarios ofensivos que solemos escuchar a nuestro alrededor y sino hacemos nada para pararlos esto empeora y se convierte en violaciones sexuales que provocan en las víctimas mucho daño.
Debemos tener en cuenta los sentimientos de los demás y ponernos en el lugar de la víctima para no seguir cometiendo estos daños. Hay que pensar que a nadie le gustaría que acosasen o violaran a un familiar y mucho menos le gustaría ser él la víctima. Por lo tanto no tenemos derecho a obligar a otros a hacer algo que no quieren hacer.
Eman El Housni.
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