Las redes sociales y el robo de datos

 

Redes sociales: ¿Hacen más mal que bien?

Todos nosotros conocemos ya el gran mundo de las redes sociales. ¿Quién no tiene una cuenta de Google, que usa para Google+, o Facebook, Twitter, Instagram, etc? Seguro que todos en algún momento nos hemos creado una cuenta en cualquier red social, pues incluso WhatsApp se considera una red social, y todos la usamos a diario para hablar con los amigos, pedir las respuestas a la tarea que se nos olvidó hacer, o para pasar el rato en una tarde aburrida.

Las redes sociales son parte de nuestro día a día pero, ¿Es tan bueno usarlas como creemos?

Desde que se crearon hasta este momento, en el que tú o yo, o cualquier persona de la calle, de otro país, quizás de fuera de este continente, hemos decidido abrir internet, para encontrarnos en el blog de un profesor este corto texto que seguramente ni leamos entero, las redes sociales han evolucionado.

Ahora pensemos, ¿Sabes cuánta información pueden estar robándote ahora por estar metido en el correo electrónico? No. En este preciso instante podrías (tú o cualquier otra persona) haber compartido toda la información, bien sea de tu correo o de tu dispositivo móvil, si lo usas para meterte en estos blogs, que probablemente lees solo por obligación para después hacer la tarea que el profesor en cuestión te ha mandado.

A decir verdad, nadie necesita robarte información, ya la has compartido, sin nisiquiera saberlo. Esa cuenta de Instagram, Facebook, Twitter, Snapchat… seguro que está llena de datos que pueden permitir a cualquier extraño en la red saber todo sobre tí: Ubicación, amigos, centro de estudios, familia e incluso datos bancarios (Si tienes una cuenta o tus padres los han usado en tu dispositivo). Incluso si tienes tu perfil en privado o solo visible por amigos, cualquier persona con suficientes conocimientos informáticos puede entrar sin restricciones o incluso peor, entrar en tu tan preciada cuenta y sin que te des cuenta, robarte los datos para venderlos a cualquier compañia por pocos euros, de los cuales no verás ni un solo céntimo.

¿Quiere decir esto que no debamos usar las redes sociales? Por supuesto que no. Podemos hacerlo, pero sin dejar tanta información suelta por ahí. No es malo tener una foto que diga “Qué bien me lo estoy pasando en [Inserte sitio al que te fuiste de viaje]” siempre y cuando después no haya una publicación diciendo “Por muy bien que me lo esté pasando, echo un poco de menos [Inserte nombre del pueblo del que vienes]” (O cualquier tipo de publicación similar), pues estás compartiendo una ubicación bastante concreta en la que estás muy a menudo.

Las redes sociales están bien si te apetece pasarte la tarde hablando, viendo publicaciones o compartiendo esas fotos en las que muestras a tu mascota, el plato de comida que te vas a comer o ese nuevo conjunto que te pondrás, siempre y cuando no te pases mandando miles de fotos por las redes, pues hay gente que tiene más de 400 selfies en sus redes y otros tantos que no entienden que no necesitamos saber toda su vida y que no vamos a darle un “me gusta” a cada cosa que suban.

Siempre y cuando se usen con cuidado, las redes sociales serán provechosas… salvo Google, que ya nos robó toda la información y a saber qué está haciendo con ella.