El confinamiento. ¿Qué hemos aprendido?
Esta pandemia ha influido en la vida de muchas personas, ya sea por no poder ver a sus seres queridos o no poder salir de casa. Personalmente, también he sufrido por estos motivos, pero lo que más me ha afectado ha sido el tele-trabajo o clases virtuales. En mi opinión, es lo que más afectará en la nueva realidad porque hemos demostrado que gracias a la tecnología que tenemos a nuestro alcance se puede hacer.
Sin clases presenciales, los profesores han tenido que explicar la materia por medio de vídeos, apuntes y esquemas de forma telemática. No se puede comparar con una explicación presencial, porque éstas te permiten resolver dudas en el mismo momento y no tener que investigarlas por ti mismo, lo que supone mucho más tiempo y trabajar mañana y tarde. Pero lo peor de todo es que he perdido contacto con mis amigos y mis compañeros de otros lugares con los que me juntaba en el recreo o en los cambios de clase.
No todo ha sido negativo. Creo que va a continuar haciéndose tras esta crisis. A partir de ahora, gracias a las clases virtuales, aprenderemos a buscar información de forma autónoma mucho más rápido. La comunicación con los profesores y demás compañeros será más frecuente, sin estar reducida a las horas de clase, gracias a las plataformas educativas como Classroom. La asistencia a clase puede ser temporal, lo que supondrá menos desplazamientos y más tiempo libre. Por último, la falta de contacto con los amigos se podrá recuperar gracias a las R.R.S.S. y los videojuegos en línea. En conclusión, podemos continuar con nuestras vidas gracias a Internet.
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