La mala educación
Muchas veces, cuando voy caminando por la calle, me encuentro coches ocupando dos aparcamientos o utilizando los reservados exclusivamente para discapacitados, papeles tirados por la calle, pero no solo eso, parece ser que en España nos cuesta pedir las cosas por favor y dar las gracias, y ya el remate ha sido el uso del teléfono móvil cuando estamos entre gente y en actos públicos “WhatsAppeando”, cómo le sucedió a una periodista de un programa televisivo. Hoy en día no se tiene educación y esto no va dirigido exclusivamente a los adolescentes, los tenemos como gamberros y yo apostaría a que hay muchos más adultos maleducados que jóvenes.
El porqué de esta causa no la podría decir porque la desconozco pero apostaría a que esto sucede por el egoísmo, piensan en ellos antes que en las consecuencias a las que nos podrían llevar aquellos actos, como por ejemplo, en uno de los peores casos, aparcar en los parking de urgencias, es decir, si llega una ambulancia con un paciente grave y se encuentra sin sitio donde dejar el vehículo ¿Que pasaría? Esta persona podría llegar a fallecer por el egoísmo de alguien que ha ocupado la zona reservada para ambulancias, solo por dejar el coche más cerca del hospital para caminar menos. La gente no piensa en los demás, solo en sí ellos. Hacemos el mal, sin importarnos a quien les afecte pero luego no nos gusta que seamos las víctimas de ese acto de egoísmo.
Este problema podría solucionarse si la población pensara más en lo que los rodea y respetara las normas, pero claro, si los políticos que dictan las leyes las incumplen, ¿Cómo las van a respetar los ciudadanos?. Un ejemplo claro y muy criticado es el incidente entre Esperanza Aguirre y los agentes de movilidad, aparcando su vehículo en un carril bus y dándose a la fuga tras llevarse una de las motos de los agentes por delante, si esto lo hubiera hecho un ciudadano cualquiera no hubiera tenido el mismo castigo que la impusieron, una simple multa, pero bueno, no estamos hablando de la injusticia que hay en este país. Para acabar me gustaría decir que habría que reforzar el personal para la vigilancia de estas infracciones y las penalizaran con multas y castigos más severos, así los ciudadanos actuarían con más precaución a la hora de tirar basura por la calle.