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¿Nos MOVILizamos?

¿Nos MOVILizamos?

El problema no es abusar del móvil, sino de las redes sociales. A mi parecer, lossmartphones son uno de los inventos más útiles en la actualidad, gracias a ellos tenemos laposibilidad de adquirir conocimientos sobre el resto del mundo, aprender las diferentesculturas y costumbres que tienen en otros países. El problema está en que no les damos eluso adecuado, y eso ha hecho que su funcionalidad haya cambiado.

En el siglo en el que vivimos, los jóvenes utilizan el teléfono móvil para exhibirse en sitioscomo Instagram o Facebook, para que todo el mundo vea lo que hacen y con quién lohacen. Esta nueva forma de relacionarse es muy perjudicial pues, como mencionan los expertos, existe el fear of missing out o miedo de perderse las cosas y, como persona queha sufrido de este miedo, puedo confirmar lo dañinas para la salud mental que llegan a serestas aplicaciones. Por ejemplo, hay ocasiones en las que te fuerzas a salir, tambiénpuedes crear una falsa personalidad que esté siempre feliz y amigable para así gustar a lagente, o incluso probar cosas que no deberías como el alcohol y otras drogas, y todoporque en las historias de Instagram de tus amigos parece muy divertido.

Así pues, en conclusión, creo que los seres humanos no hemos entendido correctamente elobjetivo de la tecnología móvil, y la estamos utilizando en nuestra contra en lugar de anuestro favor. Si dejamos de preocuparnos tanto por los seguidores que conseguimos o lacantidad de likes que tenemos en una foto y nos enfocamos en sacarle provecho a uninvento tan ansioso de ser explotado como es el móvil, avanzaremos como sociedad.Algunas de las muchas formas de sacarle provecho al móvil sería incluirlo a nuestroshábitos de estudio y trabajo, digitalizar documentos, utilizar imágenes en vivo, establecerrelaciones comerciales, etc.

Elena Barba Hidalgo. 2ºBH

El impacto del móvil en nuestras vidas

El impacto del móvil en nuestras vidas

Cada vez que salgo para pasar tiempo con mis amigos o familiares, me cuesta menos darme cuenta de que las nuevas tecnologías van incrementando su influencia en nuestras relaciones. En vez de aprovechar el rato contándonos nuestras cosas, estamos en todo momento pegados a una pantalla, sin ni siquiera mirarnos ni hablar. Es a lo que se le denomina phubbing o ningufoneo. Esta situación también nos afecta en el sentido de que a través de la pantalla solo mostramos una mínima parte de lo que somos o sentimos, mientras que, cuando hablamos cara a cara con otra persona, expresamos con nuestros gestos o reacciones todo lo que pensamos, hasta de forma inconsciente, pero nos enseña que, si la otra persona nos conoce lo más mínimo, va a saber cómo actuamos en cada momento y cómo debe comportarse ante ello. 

Diversos análisis como el que presenta la página Magisnet, verifican y demuestran que los españoles cada vez utilizamos más el teléfono móvil.  Es una herramienta que nos facilita gran parte de las actividades que realizamos. Nos puede ayudar a comunicarnos rápidamente, a encontrar información por medio de internet en cuestión de segundos, nos vale como calculadora, alarma, navegador, reproductor de música… Pero no todo lo que nos aporta es siempre beneficioso. El consumo excesivo objetos o útiles inteligentes nos puede provocar serios problemas de salud tanto física como mental. La ansiedad o nomofobia, el estrés, los dolores musculares ocasionados por las malas posturas y el insomnio, son ejemplos que confirman que puede ser muy perjudicial. Por otra parte, también puede acarrear momentos duros y difíciles, como los accidentes de tráfico, que pueden provocar hasta la muerte de gente cercana a nosotros, por el simple hecho de no ser conscientes del peligro al que se expone la gente al usar un smartphone mientras conduce, y por la falta de atención o concentración en la carretera. Esta tontería puede llevarte en algunos casos a la cárcel, dependiendo de lo que determine el juez al ver la gravedad del caso expuesto. 

Para aclararnos y concienciarnos de lo que puede afectar y lo que no a nuestra salud por culpa de un teléfono, es necesario hacer hincapié en el hecho de que debemos saber hasta qué punto puede ser beneficioso y cuando puede empezar a ser dañino. Sino lo pensamos, podemos encaminarnos hacia serias consecuencias de las que, en algunas ocasiones, nos va a costar mucho salir, o incluso no de las que no seremos capaces de hacerlo. Nadie te va a decir que no puedas emplear el uso del móvil para los diferentes ámbitos de tu vida, sino que lo que quieren transmitir, es que puedes hacerlo con conocimiento y sabiendo siempre hasta donde llegar.

¿Nos movilizamos?

¿Nos movilizamos?

 

El teléfono móvil se ha adueñado de nuestras vidas casi al completo, pues nos facilita las cosas que hace unos años nos parecían imposibles, como por ejemplo consultar cualquier información de la enciclopedia tan solo en un movimiento de dedos, o incluso poder llamar a cualquier persona sin importar la distancia del emisor y el receptor. Pero el uso del smartphone tiene sus desventajas como todo.

El hecho de que tengamos todo al alcance de nuestras manos provoca en el individuo una cierta pereza, porque dejamos de ir a las bibliotecas a buscar información, mejor la buscamos en internet, nos olvidamos de que la música o las películas tienen establecimientos específicos para consumir ese contenido, todo esto quiere decir, que todo lo que solíamos hacer antes de que apareciera este dispositivo están muriendo lentamente. No quiere decir que esté mal porque hay gente que se siente más cómoda viendo un estreno de una película en su casa en vez de ir al cine, o prefiere pagar un servicio como Spotify para consumir música. Las redes sociales generan ansiedad, un adolescente al publicar una foto en instagram si no consigue los likes que espera provocará estrés. Todo lo que tenga que ver con la tecnología tiene su parte peligrosa, pero no quiere decir que dejemos de usarla.

La parte positiva de todo esto es que con tan solo una conexión a internet de última generación un médico puede operar desde cualquier lado del mundo, o las poblaciones más subdesarrolladas pueden evolucionar tecnológicamente y mejorar sus vidas. Esa y muchas otras cosas más son la parte positiva de los smartphones, está claro que no todo es bueno, pero tampoco todo es malo.


 

Consecuencias de los Dispositivos Electrónicos

Consecuencias de los Dispositivos Electrónicos

 

Sinceramente creo   que  mi  experiencia  con  el  móvil  nunca  se ha salido de lo convencional, pero también debo decir que desde que comenzó la pandemia lo uso mucho más. Esto se debe a que era el único medio que tenía de comunicación con el exterior.Afortunadamente, puedo decir que no soy adicta a él ,puedo ser capaz de disfrutar con mis familiares y amigos sin estar pendiente constantemente del  móvil.

En mi opinión el móvil es muy útil , no solo sirve para llamar sino que poseen  la habilidad hasta de escanear documentos o de servir como medio de pago en algunas tiendas con solo pasar la pantalla por un escáner. Sin embargo ,no es oro todo lo que reluce.Como todo en este mundo tiene su parte negativa como: problemas psicológicos,insomnio,dependencia,disminución de la producción de melatonina,problemas oculares etc.

En conclusión  el uso del móvil  no es malo,pero puede llegar a ser potencialmente nocivo si se abusa de su uso crea una adicción al mismo .Por otro lado hay soluciones como apps que restringen el uso del móvil.También creo que seguirán. evolucionado por años  y con ello se les debería incorporar apps de fabrica que te enseñen a controlar el consumo .


 

¿Nos MOVILizamos?

¿Nos MOVILizamos?

 Podríamos decir que el teléfono móvil ha sido un gran invento que nos facilita la vida en todos los ámbitos. Es como una parte más de nuestro cuerpo, está siempre con nosotros. Puede llegar a ser usado más horas de las que dormimos en muchos casos. Empezamos a usarlo al levantarnos para quitar la alarma y dejamos de hacerlo antes de dormirnos, revisando nuestras redes sociales. Nos sirve en el trabajo, tanto a los adultos para citarse con sus clientes, como a los jóvenes para buscar una palabra que no entendamos. Está en nuestras manos durante cualquier momento del día, aunque solo sea para mirar la hora. Pero, como todas las cosas, no todas sus funciones pueden ser buenas, presenta tanto ventajas como inconvenientes.

El móvil nos brinda infinitas facilidades en nuestro día a día, que debemos de agradecer. Podemos comunicarnos con gente que se encuentra a miles de kilómetros en tan solo un click, incluso verlos por una videollamada. Contar los pasos que andamos y las calorías que quemamos con tan solo una aplicación. Nos enteramos de lo que pasa en todo el mundo al instante, sin tener que bajar al kiosko a por un periódico. Guardar miles de fotos y videos para que nunca se nos olviden los sitios a donde vamos, todo esto y miles de cosas más nos ofrece este artilugio tan pequeño. Leer tu libro preferido o hasta ver la serie que sigues. O simplemente lo podemos usar para entretenernos con algún juego cuando estemos aburridos.  Lo podemos llevar en nuestro bolsillo y ni darnos cuenta de que está ahí, cómo algo tan pequeño puede servir para tantas cosas. Ya no es solo un aparato para llamarnos, nos llega a servir absolutamente para todo.

Sin embargo, también nos puede perjudicar de muchas maneras, tanto a nivel físico como psicológico. Muchas veces sobrepasamos un límite y pasamos una cantidad indecente de horas con el móvil, con lo que hacemos de ello una adicción. Puede afectar a nuestra salud, causándonos ansiedad o insomnio, por ejemplo, o más graves pueden ser dolor muscular en la espalda y el cuello por la posición que acogemos al mirar el móvil. Pero no solo tenemos que fijarnos en esto, también nos afecta en nuestra salud mental y en cómo nos relacionamos, especialmente con las redes sociales. Habría que poner mucha atención, puesto que el teléfono nos puede provocar trastornos obsesivos como tener que comprobar constantemente nuestro perfil en las redes o el de nuestros amigos o entorno. O teniendo otro enfoque, el uso abusivo del móvil puede hacer que nos dejemos de relacionar cara a cara y solamente tengamos amistades online o en redes, que puede que ni siquiera conozcamos. Un mal uso del móvil puede acabar en algo muy serio, así que ahora todos nos deberíamos preguntar ¿estamos haciendo un buen uso de este pequeño pero indispensable aparato?

Graves Problemas que hay en el Uso del Smartphone

Graves Problemas que hay en el Uso del Smartphone

El mundo lo está pasando mal con las nuevas tecnologías del presente. Nuestras vidas están manipuladas gracias a una pantalla de menos de 7” en la que podemos acceder a documentos personales, imágenes, videos, lista de contactos, y muchas más funciones que nos facilitan el día a día. Pero no siempre nos va a beneficia. Un claro ejemplo, podría ser el de las amistades cercanas o las que conocimos cara a cara; con el paso del tiempo, nos hemos distanciado y la única forma de contacto, es a través de los teléfonos móviles. Además, ¿Qué ha pasado con aquellas fotografías que teníamos en papel? Todo eso ha quedado en una simple imagen que se pasa con el dedo en una pantalla.

Por otro lado, el uso inadecuado de los teléfonos móviles, puede llegar incluso a la adicción, pero no se lo deseo a nadie, porque cuando empiezas, se hará muy difícil salir. Un claro ejemplo que comparto es el caso que está en las redes sociales. El cómo han llegado personas al suicidio por un simple post en la aplicación famosa TikTok. Una chica estadounidense que decidió irse de este mundo porque se dejaba llevar por los comentarios que causaba sus publicaciones, como pueden ser insultos, acoso e incluso denuncias. Con estos actos, queremos dejar claro que se debe hacer un uso respetuoso y correcto de los dispositivos electrónicos con acceso a las redes sociales.

Resumiendo. Los teléfonos móviles son aparatos que te pueden hacer el día a día más fácil, pero con un uso adecuado. Si sobrepasas ese tiempo de uso, puedes llegar a la adicción y esto desembocará en un acontecimiento peor. Pero esperemos que cada uno tome conciencia de lo que hacemos. Aprovechar los momentos actuales para dar gracias de lo que tenemos, porque no sabremos cuanto más nos dure y que nos pueda pasar en un futuro.

¿Nos movilizamos?

¿Nos movilizamos?

Hoy en día casi todo el mundo posee uno de estos teléfonos móviles, pero la realidad es que, como todo, tienen sus ventajas e inconvenientes a la hora de utilizarlos. El tiempo que lo uses, qué finalidad le des y en qué situaciones, son factores que varían en su uso.

Poder hablar con quien quieras y cuando quieras, poder llamar en caso de emergencia, utilizarlo para obtener mucha información en segundos y entretenerte son muchas de las ventajas que tienen los móviles.

Pero a la hora de hablar de desventajas ya no todo es tan bonito como parece. El hecho de que un teléfono móvil pueda ocasionar cáncer, nos vuelva adictos a ellos, podamos obtener información falsa y además, haya que pagar cantidades desorbitadas de dinero por tenerlos, hace que en algunas ocasiones nos lo pensemos dos veces antes de utilizar uno.

En conclusión, usar un teléfono móvil de forma saludable es recomendable hacerlo. Sin embargo, si lo vemos como parte de nuestra vida en la cual no podamos vivir sin él, ahí sí tenemos un problema, porque esto puede ocasionar diversos problemas y algunos pueden ser muy graves.

¿Nos MOVILizamos?

Ese aparato que guardas en tu bolsillo es, sin duda, la principal revolución tecnológica de nuestro tiempo. En quince años de presencia entre nosotros el teléfono móvil se ha sofisticado y ha pasado de ser un instrumento de comunicación telefónica a un aparato que nos permite estar permanentemente conectados con otros en la distancia, compartir archivos e imágenes, informarnos, en fin; todas las tareas propias de un ordenador personal. Así que me gustaría que aquí reflexionaras sobre sus ventajas y desventajas, tu experiencia personal, los riesgos físicos que le observas, las posibles transformaciones en la vida cotidiana y en la cultura que puede estar ocasionando. Para que lo hagas con información he incluido en la entrada un vídeo breve y unos enlace a artículos periodísticos de diversas fuentes.

Diario el español

Muy interesante

Diario Levante

Feminismos y machismos

Con las redes sociales la tribuna pública se llena de nuevos términos: heteropatriarcado, feminazis, babyboomers. Nuevas etiquetas para viejos conceptos en el conflicto entre los poderes establecidos y las nuevas ideas sociales. Ante la evidencia de una sociedad con roles masculinos y femeninos claramente desequilibrados (véase las empresas del IBEX25 con solo dos mujeres al frente) hay quien postula cambiar la lengua para cambiar la mentalidad, hay quien defiende un feminismo combativo que coloque a la mujer en otro plano, quien propone una igualdad efectiva, quien cree en cuotas, quien como hombre se siente víctima de los cambios sociales, quien reivindica valores femeninos que sutituyan a los roles masculinos. ¿Cuál es su opinión sobre este asunto?¿Cree que la mujer sigue estando en desventaja?¿Tienen las mujeres un doble papel de trabajadoras y amas de casa que les obliga a ser superheoínas?¿Es el hombre el que está desprotegido y puede ser falsamente acusado o sufrir un divorcio en desventaja? En fin, muchas preguntas sobre el mismo tema. Aquí le propongo artículos para informarse:

El País

El Mundo

https://blog.oxfamintermon.org/ejemplos-de-micromachismos-en-la-vida-cotidiana/

Wikipedia

¿Cómo nos cambiará la pandemia?

¿Cómo nos cambiará la pandemia?

La pandemia nos está cambiando. Estamos acostumbrados a una sociedad en la que las relaciones interpersonales son primordiales en nuestro día a día, y ahora tenemos que vivir sin abrazar, sin besar.Todo lo celebramos con la convivencia; cumpleaños, navidad, vacaciones… y en pandemia tenemos que estar aislados. Es una manera triste de vivir a la que no estamos acostumbrados.

En el mundo que viviremos después del covid-19 será más frío y reservado. La gente tiene miedo, pierde a sus seres queridos, los ciudadanos no necesitarán tanto cariño de los demás, se están acostumbrando a vivir tristes, solos e independientes, aunque no sea lo que necesitan. El miedo al contagio nos hace a todos distantes.

Esta situación está provocando que la economía del país no progrese, la sanidad se colapse, la educación no pueda avanzar, y los políticos no encuentren el camino a seguir. Espero que esto termine pronto y que la gente recuerde los buenos momentos, sin que los malos dañen sus sentimientos y entre todos podamos encontrar la esperanza.

¿Cómo nos cambiará la pandemia?

¿Cómo nos cambiará la pandemia?

 ¿Cómo será nuestra vida después de la pandemia? ¿Cuántos serán los cambios que se produzcan? ¿Seremos capaces de afrontar  las consecuencias que supone? La mayoría nos estamos planteando estas preguntas desde que a finales del mes de enero apareciera el COVID-19 en España. Nos aterra pensar en el gran cambio que supone esta pandemia en todos los sentidos. Los seres humanos no estamos acostumbrados a estar confinados en casa o a que nos modifiquen nuestro rol y nuestra rutina diaria. 

El coronavirus nos ha cambiado tanto en la forma de pensar como en la forma de vivir. Ahora la sociedad debe respetar una serie de reglas, obligatorias para todo el mundo, destacando el uso de la mascarilla, la distancia social o el lavado continúo de manos. Necesitamos ser conscientes del gran riesgo que supone este virus. No es una broma ni mucho menos algo inventado como afirman los negacionistas. Es bastante serio y real, deberíamos tener más presente el riesgo que corremos y la cantidad de muertes y contagios que cada día están aumentando en nuestro país. Este virus lo paramos entre todos. 

A partir de ahora, la sociedad no será como la de antes, al igual que la forma de convivir y de relacionarnos. Se producirá una reducción de aforo en establecimientos tanto públicos cómo privados, además de las normas de convivencia que ya estamos siguiendo. El tipo ideal de ciudadano necesario en este momento es uno responsable, que siga las pautas establecidas por el Gobierno y  sirva de ejemplo para los demás irresponsables que aún sigue habiendo. 

La sanidad, la educación, la economía, en general, se han visto muy afectados, incluso el país que ahora no está en su mejor momento ni económico ni social. Todos se deberán acostumbrar a los cambios y tendrán que mejorar principalmente sus tecnologías como ordenadores, wifi, etc. Debido a que la sociedad en un futuro girará en torno a esta nueva era como hemos podido comprobar en el confinamiento con el teletrabajo en casa y las videollamadas. Para ello deberían de invertir más en sanidad principalmente y en los demás sectores.

Tenemos la esperanza de que cuando llegue la vacuna podremos empezar nuestra nueva normalidad. Todo cambiará para bien y con el esfuerzo de los gobiernos y de la sociedad llegaremos a un punto en el que podamos estar viviendo de la mejor manera. Hay que ser optimista siempre, aunque todo sea bastante difícil o complicado.




¿Cómo nos cambiará la pandemía?

¿Cómo nos cambiará la pandemía?

Como todos sabemos la pandemia que estamos atravesando desde el pasado mes de marzo va a desencadenar grandes cambios tanto económicos y sociales como personales. Estos ya han comenzado a presentarse en nuestro día a día, influyendo en nuestra forma de ser y de actuar pero también en nuestra forma de ver el futuro, un futuro un tanto incierto.

En mi opinión, los cambios son más notables en niños y adolescentes porque hemos tenido que prescindir de la libertad con la que contábamos. Y, a consecuencia de ello, adaptarnos a la llamada “nueva normalidad”. Pero, ¿cómo será nuestra vida después de la pandemia? Pienso que una vez que todo esto acabe, nos costará más volver a la vida que solíamos llevar porque tendremos en nuestro interior miedo e incluso incertidumbre al actuar mal y volver al pasado. También, aprenderemos a valorar actitudes y comportamientos que nunca habíamos dado la importancia que merecían, como pasar una tarde con amigos disfrutando de un refresco en un bar o incluso respirando el aire libre que nos proporciona la naturaleza. 

Aunque nuestro futuro es completamente incierto, sí que sabemos que tras esta situación pasaremos una época no tan buena como la que hemos llevado hasta el momento. La economía del país ha decaído notablemente dejando a miles de personas sin trabajo, por consiguiente; sin dinero. Los españoles, al igual que la población de los demás países, serán más pobres y no realizarán tantas compras ni se podrán permitir lujos como vacaciones en verano o fines de semanas en casas rurales, preferirán ahorrar por miedo a que se repitiese la situación.

Respecto a la política, pienso que habrá una especie de pacto entre partidos ya que han puesto en común todas sus ocurrencias para tratar de sacar adelante el país. En la educación, para mí, ha sido en el ámbito más afectado. Y de algún modo, me parece un cambio un tanto beneficioso porque nos hemos “modernizado” al aprender a utilizar herramientas digitales que en realidad, son el futuro. Aunque ya pasado el punto alto de la pandemia, seguimos utilizando estas tecnologías al mismo tiempo que lo alternamos con las clases presenciales. Y aunque se diga que es para prepararnos por lo que pueda pasar, me parece que también es para que cojamos ciertas herramientas que serán muy necesarias en nuestra vida, tanto laboral como personal.

En conclusión, aunque aún no sepamos todas las consecuencias que nos acarreará el virus, el cambio que sufriremos es obvio. La única forma que tenemos de presenciar el futuro y dejar atrás esta situación es seguir las medidas de seguridad indicadas por el gobierno para reducir los contagios y las muertes. Para así, tratar de volver a la vida de siempre, pero la gran pregunta que todos nos hacemos es ¿seremos capaces de volver a la normalidad?

 

¿Cómo nos cambiará la pandemia?

¿Cómo nos cambiará la pandemia?

Después de tres meses de confinamiento y dos de fases, volvemos a una nueva normalidad. Durante este tiempo, nuestra economía ha empeorado gravemente, con una bajada del PIB de casi 18,5%. Todas las tiendas, a excepción de supermercados y farmacias han permanecido cerradas, lo que supone un duro golpe. Ni siquiera hemos viajado y todas las reuniones o conferencias han sido online. Pero, ¿nos hemos parado a pensar que pasará a partir de ahora?.

El pequeño comercio siempre ha tenido muchas dificultades porque es bastante complicado competir con las grandes empresas. Las épocas de navidades, rebajas y todas esas estrategias de marketing les perjudican. Seguramente, la mayoría tenga que cerrar y volver a intentarlo una vez hayamos salido de esta enorme crisis. Además, tampoco hemos usado los medios de transporte. Las empresas de aviación han subido  los precios para poder recuperar el dinero perdido y en algunos vuelos no te garantizan que tu salud esté siempre por delante. Es más, en los metros, autobuses y trenes sigue habiendo aglomeraciones y la distancia de seguridad es casi imposible. En cuanto a las reuniones, todas son a través de una pantalla. Eso sí, la educación ya es presencial, aunque existe el riesgo de contagio, todos los centros educativos han tomado las medidas necesarias obligatorias.

Durante estos meses de verano hemos observado que la situación empeoraba, las restricciones para los bares de ocio nocturno son más duras e incluso a veces imposibles. Además, el número de parados ha aumentado y mucha más gente necesita ayuda ahora de asociaciones como Cáritas o Cruz Roja. A pesar de las limitaciones, creo que nos estamos adaptando. Hemos vuelto a salir a la calle a hacer una vida más o menos normal. Cumpliendo con las normas y nunca olvidando que la pandemia sigue ahí. Aunque algunos piensan que ya no hay peligro, la gente sigue muriendo y nuestra economía no mejora. Esto es un trabajo de todos, debemos ser pacientes y no complicar más la situación. Todos los aplausos que en su momento dimos a los sanitarios ahora deben convertirse en responsabilidad, empatía y generosidad.


¿Cómo nos habrá cambiado la pandemia?

¿Cómo nos habrá cambiado la pandemia?

En  mi humilde opinión yo creo que la pandemia ya nos ha cambiado muchas cosas, demasiadas diría pero nos la ha cambiado de tal forma que nos hemos podido ir adaptando a las distintas situaciones. En Enero o en Febrero cuando estábamos en carnavales veiamos de lejos el virus y su repercusión pero pensábamos que esto nunca llegaría aquí, incluso vi a gente disfrazada de el virus en carnavales y a todos nos hacia gracia hasta que en marzo un mes después nos tocó vivirlo de cerca.  Yo soy bastante optimista y que cuando pase todo esto si algun dia llega a pasar no nos habrá cambiado tanto como nosotros pensamos. El ser humano como ya he dicho se adapta muy bien y somos seres sociables, cuando estábamos en casa haciamos videollamada no solo para ver a nuestros amigos o seres queridos sino tambien como una manera de pasar el tiempo. Cuando nos dejaron salir salimos con cuidado, si hemos querido ir a una terraza a tomar algo cuando nos han dejado lo hemos hecho de una manera u otra a un metro de distancia y con mascarilla pero lo hemos hecho sin renunciar a disfrutar de la presencia de nuestros seres cercanos. Además como ya dice el dicho a lo bueno nos acostumbramos rápido, eso si nos tocara vivir en un mundo diferente y a lo que me refiero con diferente es a un país mas debilitado con sitios a los que habitualmente íbamos a comprar cerrados por la crisis, pero esto no hay que verlo como algo malo sino como una oportunidad para nuevos emprendedores y nuevas empresas . El ser humano es un ser sociable por naturaleza y esa esencia nada ni nadie podra quitarnos la, y si algo bueno ha tenido esto es que seremos mas respetuosos con el mundo.

 

Pablo Moreno Pérez 2BH

¿Cómo nos cambiará la pandemia?

¿Cómo nos cambiará la pandemia?

 Nos ha tocado vivir una pandemia que ha cambiado por completo las vidas de todo el mundo. Nos prohibieron salir a la calle si no era absolutamente necesario, solo para la compra, alimentar  ganado y trabajos que no podían hacerse online, cosa que me pareció la mejor opción en esta situación. La mascarilla se hizo obligatoria para evitar los contagios, aunque considero que nos va a perjudicar respirar nuestro dióxido de carbono durante horas, pero para prevenir contagios, es lo mejor. Se paró por completo el país durante los meses de marzo, abril y algunos días de mayo. En mayo, fue cuando empezaron a establecer fases para salir a la calle pero con horarios para niños, adultos y ancianos, y gracias a que muchos de nosotros vivimos en pueblos, no teníamos horarios para salir. Los hospitales estaban colapsados y no tenían recursos suficientes para todos los enfermos. Desgraciadamente, se llevó a cabo el proceso de triaje

Esta pandemia nos ha hecho cambiar la forma de vida. La mascarilla, se ha convertido en un complemento más en nosotros, y no salimos de casa sin nuestro bote de gel hidroalcohólico, para desinfectarnos las manos siempre que vayamos a tocar algo. Encontramos desinfectante en todos los establecimientos a los que entramos. También hemos cambiado la forma que teníamos de saludarnos tan cercana. Los españoles somos muy cercanos a los que nos rodean, y ahora hay que evitar lo máximo el contacto con los demás. Todavía nos queda mucho por cambiar. No todos cumplimos las normas a rajatabla y deberíamos reñir a quien vemos que lleva la mascarilla con la nariz por fuera, juntarse muchos amigos y quitarse la mascarilla, hacer reuniones de más personas de las permitidas… Necesitamos ciudadanos responsables para poder cambiar lo que estamos viviendo, porque esa gente es la que verdaderamente se lo toma en serio. 

Deberíamos dar mucha más importancia a los médicos, enfermeros y sanidad, por todo lo que están haciendo estos meses. Han trabajado sin descanso y muchos de ellos se han contagiado por la mala sanidad que tenemos. Considero que el gobierno debería invertir más dinero en la sanidad, aunque ahora, esta pandemia, nos está haciendo vivir una gran crisis por haber tenido paralizado el país casi tres meses. Debemos asimilar que los impuestos subirán. El país no tiene dinero. 

Me parece que hay que ser y hacer conscientes a la gente de todo lo que está pasando a nuestro alrededor porque está acabando con la vida de muchos enfermos y gente cercana está perdiendo familiares por este virus que está amenazando el mundo entero. Muchos jóvenes no nos damos cuenta de que nos estamos enfrentando hasta que un familiar se contagia o tienes que hacer cuarentena por haber estado en contacto con alguien contagiado, que fue el caso de una compañera. Debemos de cumplir las normas de seguridad que nos establecen para ayudar lo máximo a los hospitales y así evitar colapsos. Juntos, podremos acabar con el virus que ha puesto el mundo patas arriba.


ARGUMENTACIÓN del covid-19 en la que no hablo del covid-19.

ARGUMENTACIÓN del covid-19 en la que no hablo del covid-19.

 

Que la pandemia haya afectado al mundo no es ninguna sorpresa a estas alturas. Cada día se detallan en las noticias el número de contagios, se muestran personas incumpliendo las normas de seguridad, niños en clase con mascarilla, y políticos hablando del país, tanto social como económicamente, siempre con gran perspectiva. No queremos una crisis, tampoco un confinamiento, pero nos va a tocar sufrir, y aunque el virus es el causante, no es el verdadero motivo por el cual las cosas seguirán yendo a peor.

Políticamente, el mundo está casi sumido por completo en un caos. Un nuevo presidente de norteamérica, último año de Merkel en Alemania (con el nacionalismo cobrando cada vez más fuerza), la tensión Grecia y Turquía , son solo casos de la lista de cosas que está pasando en el mundo. Pero toca hablar de España, mi país. El confinamiento supuso un desplome económico en España, cuya fuente principal de ingresos era hasta ahora el turismo. España perdió mucho dinero, y todo apunta a que va a seguir perdiéndolo. El motivo es que la política en España tiene un problema ligado a su democracia. Aristóteles, ya desde la antigua Grecia defendía que la democracia era un sistema político aceptable, que tenía el riesgo de convertirse en una demagogia. Se da demagogia cuando la política de un partido apela al miedo, a los prejuicios, a los deseos de los habitantes y prometen grandes cambios, todo para conseguir hacerse con el poder y satisfacer, en vez del bien general, el suyo propio. La mayoría de partidos la practican: “No vamos a pactar con unos … ”(prejuicios) “Qué opina de que su partido haya traicionado a España robando”(miedos) “Tu gestión de la pandemia ha matado mucha gente”(miedos de nuevo) “El dinero está yéndose a inmigrantes ilegales”(odio, prejuicios, miedo),”Saldremos más fuertes” (aspiraciones y promesas imposibles)... Esto trae como consecuencia el bloqueo parlamentario, por el cual se aprueban las leyes y presupuestos de España, porque, si los políticos se preocupasen de verdad por el estado del país darían su brazo a torcer, y que ninguno lo esté haciendo ante una situación que muy bien podría ser la más grave a la que se ha enfrentado España, da a entender que importa más llegar a presidir el gobierno que el bien común, y el problema se agrava más con las CCAA, que son igual de ambiciosas. El coronavirus podría haber hecho que España entrase a razones, pero seamos sinceros, si una situación tan grave no nos ha hecho cambiar, ¿Qué lo va a hacer? Yo solo espero que si llega un cambio no sea cuando el país esté sumido en una quiebra de la que no pueda salir.

En lo referente a social soy más optimista. Tendemos hacia una infelicidad que asusta hasta a el más valiente. Bástese que haya una pequeña imperfección en algo perfecto para que no podamos más que criticar lo primero. Cuando voy al instituto me impresiona ver la señalización por los suelos, las clases siempre abiertas, los profesores llegando antes… pero lo que más me llama la atención son mis compañeros, que no se mueven absolutamente del sitio, ni siquiera del cambio de clase, siempre se echan jabón (aunque sea por la coña) y no intercambian sus herramientas de trabajo. Y lo peor es que lo consideramos algo que hay que hacer y no lo que verdaderamente es, un gran esfuerzo. En su lugar criticamos las terrazas de la principal y a los despistados que no llevan mascarillas, que es totalmente comprensible, pero hay que priorizar alegrarse de lo que tenemos, y es que es imposible ser feliz cuando solo ves las cosas malas de tu alrededor. Y después del coronavirus vamos a salir muy bien disciplinados. Quién os iba a decir a vosotros, profesores, que ya no tendríais que ordenar a la misma persona 6 veces a su sitio en la misma clase, o que no se coma en clase. Esto es bueno porque demuestra que sí se puede hacer y no es un cuento de hadas, y si se puede hacer, ¿Por qué no hacerlo más a menudo?  

Esta pandemia no va a revolucionar el mundo, y tampoco vamos a ser más fuertes. El coronavirus ha disparado al órgano economía que sustenta el cuerpo que es España, pero su cerebro está tan segmentado que aunque quiera no va a poder vendarse. Eventualmente, esa herida derramará toda la sangre, o si no lo hace y cicatriza, quizás ya haya perdido la justa para que el cuerpo sufra. La población ha demostrado un carácter ejemplar, y esto es muy positivo. El día de mañana los niños se educarán sin coronavirus y volverán a juntarse, como si nada hubiese pasado, eso sin dudar. Pero si han sido capaces de adquirir un carácter disciplinado cuando procede, puede volver a hacerse, esta vez cambiando la causa que es el coronavirus por una mejor: “su propio bien”. Una sociedad con buenos cimientos tiene la capacidad de construir grandes estructuras.

 

Fuente: arial (No se necesita una fuente para saber argumentar)

¿Cómo nos cambiará la pandemia?

¿Cómo nos cambiará la pandemia?

Después de la pandemia,nuestras vidas cambiarán,de hecho ya han cambiado bastante desde hace unos meses.  Estamos ya en septiembre, y no podemos realizar numerosas actividades que antes si, como reunirnos con muchos amigos en una casa, ir de fiesta, debemos evitar el contacto físico lo máximo posible, y hace cuestión de meses nada de eso era necesario.Sin ir más lejos,en febrero, la semana anterior a la que se decretara el estado de alarma y nos confinaran durante meses en nuestras casas,estabamos de fiesta celebrando carnavales dónde estábamos todos juntos en las casetas o en los botellones,y no nos esperábamos nada de esto.

Ahora,en esta nueva normalidad, todo eso es inviable. Algún ejemplo de cómo nos ha cambiado la pandemia es que ahora a los amigos y gente cercana ya no se les saluda ni con un  apretón de manos o con dos besos,ahora es chocando codo con codo.También el uso de la mascarilla,que va a provocar que aprendamos a expresarnos con los ojos porque tenemos media cara tapada.

En definitiva,este virus aparte de provocar sus síntomas, que por desgracia pueden llegar a ser mortales, también ha provocado muchos efectos secundarios, entre  los que se encuentran la pérdida del contacto físico o el uso de mascarilla, que a nadie le apetece llevarla pero es algo inevitable ya que es la única forma, por el momento, de evitar el contagio junto al continuo lavado de manos y al distanciamiento social.


¿Cómo nos cambiará la pandemia?

¿Cómo nos cambiará la pandemia?

Desde que comenzó la pandemia, nuestra vida a cambiado mucho, el uso de las mascarillas ya está totalmente interiorizado en nuestra rutina al salir de casa, el nerviosismo de ver a alguien sin la mascarilla cada vez es más habitual y las personas tienen varias opiniones sobre las obligatorias medidas de seguridad; unos dicen que las mascarillas no sirven para nada, algunos hablan sobre como pinchándose desinfectante en vena van a curar esta enfermedad y la gente hace manifestaciones en contra del uso de estas normas de seguridad. Al fin y al cabo todos pensamos de distinta forma y cada uno puede hacer lo que quiera, pero hay que tener conciencia de que esto es muy grave y que manifestándose no va a solucionar nada.

Hay que concienciarse, porque estas medidas van a estar establecidas durante algunos años y vamos a tener que saber vivir con ellas queramos o no. Todo el mundo sabe que esto es una situación complicada pero si respetamos las recomendaciones del gobierno esto acabará antes de lo esperado. El gobierno hace lo que está en su mano para que todo esto sea más llevadero.

Nadie sabe que va a pasar de aquí hasta dentro de un tiempo, lo que sí sabemos es que esta pandemia nos ha afectado a todos (a algunos más que a otros) y que a partir de ahora todo se va a realizar de manera online (conciertos, presentaciones y eventos en general).

Esta peste ya nos ha cambiado para bien y para mal a todos, solo queda esperar, esperar a que todo mejore y podamos volver a la normalidad que teníamos antes.

¿Cómo nos cambiará la pandemia?

¿Cómo nos cambiará la pandemia?

En estos meses ya ha habido un importante cambio en nuestras vidas personales y en nuestro entorno. Hemos aprendido a evitar la propagación del virus y a utilizar nuevas tecnologías para comunicarnos unos con otros en los confinamientos, con las que tendremos que convivir bastante tiempo más. Tanto las videollamadas como las videoconferencias han sido un salvavidas para esta situación de riesgo. También, la enseñanza escolar se ha visto obligada a usar las clases virtuales para que los alumnos no pierdan el año académico, lo hemos visto desde el principio de la alerta hasta este momento. Aunque ese privilegio no llega a todos los hogares por la falta de ordenadores propios. 

En la cuarentena se ha visto muy afectada la economía de nuestro país por el cierre de las empresas y otros establecimientos al quedarse en quiebra. Los campos de fútbol, los conciertos, el cine, el teatro ( por ejemplo, las salidas de los centros educativos o actividades infantiles han sido anuladas.) y otros acontecimientos sociales también se han visto perjudicados tras pérdidas de cientos de millones. Para que hubiera una exitosa recuperación habría que volver a crear empleo y mantener los precios bajos. Todos nos hemos visto perjudicados en esta crisis, por eso se intenta erradicar el virus y conseguir la inmunidad de la población.

Tenemos que aprender a vivir de nuevo con el riesgo de infectarnos porque puede haber rebrotes. En esta pandemia han aumentado las citas médicas con los psicólogos causadas por la pérdida de algún familiar y no haber podido despedirse como es habitual, dejando secuelas importantes. Otras causas son los despidos en el trabajo, la salud y los estudios. Cuando todo esto acabe saldremos con miedo pero con muchas ganas de vivir. Algunos seguirán respetando las normas que se impusieron como obligatorias. La condición humana necesita de otras personas para sentirse bien consigo mismas.


¿Cómo nos cambiará la pandemia?

¿Cómo nos cambiará la pandemia?

El 14 de marzo de 2020, se decretó en España el Estado de Alarma, a causa de la emergencia sanitaria del Covid-19. Puede que antes solo viéramos esta situación en las películas, o en la tele, cuando por ejemplo se detectaron casos de ébola en Sierra Leona, y lo veías muy lejano, como si nunca fuese a llegar a tú país. La situación se fue complicando cada vez más, el número de infectados ascendió, también los fallecimientos, hospitales al borde del colapso, personal sanitario agotado, sin medios suficientes…Han pasado seis meses desde entonces, ahora las mascarillas, la distancia social, la higiene son parte de la rutina diaria, pero…¿Qué ha supuesto esta pandemia en nuestras vidas?

A nivel personal, la pandemia me ha hecho cuestionarme mis creencias. Me ha demostrado que la vida es impredecible y no tenemos el control sobre ella, me ha hecho darme cuenta de que deseamos más de lo que tenemos en vez de ser agradecidos por lo que a otros les falta. Nos ha puesto enfrente de nuestros familiares, con los que quizás hacía mucho tiempo que no hablábamos en serio, a otros, les ha alejado de ellos. Muchos pueblos olvidados han regresado a la memoria de bastantes. La creatividad ha resurgido para matar las horas de aburrimiento y desconectar del teletrabajo, la educación ha pasado de las aulas a una pantalla de ordenador, la sanidad ha sufrido algún tambaleo, y así muchos ejemplos más…

En este nuevo escenario,nos tocará reinventarnos, en sanidad, educación, economía, política, ocio y cultura, no será sencillo y habrá que trabajar mucho para conseguirlo. La vida después de la pandemia no será la misma, nos hemos enfrentado a una situación que pocos habíamos lidiado anteriormente, y quizás por eso (y muchos otros factores más) no hayamos respondido de la mejor manera. Espero que aprendamos y reflexionemos sobre lo que ha ocurrido.

Ahora, seremos capaces de seguir adelante, de recapacitar, de ponernos en el lugar de las familias sin trabajo, sin recursos, seremos más respetuosos, higiénicos, en otras palabras podremos cambiar nuestra forma de vivir… No estoy muy segura de si llegaremos a hacerlo todos, pero sí de que tendremos que aprender a convivir con el virus.