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Aprender en tiempos de cuarentena

Aprender en tiempos de cuarentena

La situación que llevamos viviendo en estos días no ha sido ni mucho menos, fácil. Llevar cincuenta días encerrados en casa, sin poder ver a nuestra familia y amigos o simplemente sin salir a por algo más que comida básica, se ha convertido en el pan de cada día. Escuchar que el número de muertes cada vez es mayor y ver a Fernando Simón por la tele es lo habitual. Parece que estemos viviendo en alguna novela de apocalipsis y zombies. 


Pero empecemos por el principio, ¿qué es el Covid-19 y por qué ha causado tanto daño? Este virus se descubrió en la ciudad china de Wuhan en diciembre del 2019. Es parecido a la gripe, con muchos síntomas en común como fiebre, tos seca o dolor de cabeza, pero su riesgo de contagio es mucho mayor a cualquier gripe y por si fuera poco, también su mortalidad. Mucha gente cree que el gobierno no tomó ninguna medida de seguridad a tiempo y afirman que ya sabían que este virus llegaría a España tarde o temprano. La mayoría de estas personas que echan esto en cara, se quejan de la manifestación del 8M. Reprochan que no se debería haber celebrado, pero lo que no tienen en cuenta es todos los otros cuatro mil eventos más que hubo en el país. No me voy a meter mucho en temas de política, desde mi punto de vista está más que claro que ningún otro partido lo hubiese afrontado mejor. Quizá ha habido algunos fallos, retrasos en cuanto a medidas, pero desde luego, después de escuchar las distintas maneras de gestión de los demás políticos, me alivia que el PSOE esté en el poder. Aunque como en todo, hay gente que está de acuerdo y en desacuerdo. Me parece perfecto que cada uno tenga su propia opinión sobre el asunto, pero casi todos hablamos sin saber. Creo que ninguno de los que estamos aquí presentes, es experto en pandemias. Por tanto, hablamos por hablar y debería haber más respeto en las decisiones del gobierno, que al fin y al cabo están apoyadas en los consejos de estos científicos. Además, veo poca responsabilidad por parte de las personas que han salido con sus hijos a charlar con los demás padres y madres al parque de enfrente.  Cuando tendrían que haber salido diez minutos y no hacer más que estirar las piernas. ¿Qué es eso de dejar que los niños jueguen todos juntos o con el mismo balón? He visto mucha irresponsabilidad por parte de los adultos pero también por parte de los adolescentes. El día que dejaron salir a hacer deporte, las normas permitían que fueran hasta dos personas (de la misma vivienda) a dar paseos o a hacer ejercicio. No decían nada de darnos paseos con las bicis y los amigos. ¿Nos dan un poco de libertad y así actuamos? Se nos ha olvidado la situación tan grave que estamos viviendo. Y en verdad, cualquiera puede pensar que no es tan difícil, pero eso que se lo digan a una persona que tiene un familiar en urgencias infectada por coronavirus. Que por culpa de gente tan insensata como la que sale sin acatar las normas, otras personas están muriendo, porque lo único que consiguen es expandir más el virus.


En cuanto a la educación online, es un tema complicado porque España no está preparada para la educación de este modo.  Ni el país, ni los profesores, ni algunos alumnos… ¿Hacía falta una enfermedad mundial para darnos cuenta de que no tenemos un plan b en cuanto a estudios? Con este nuevo sistema, se intenta que sea lo más parecido a las clases tradicionales. Error. Pienso que en la solución ante este problema, no se están observando algunos detalles. Por ejemplo, en el asunto de las videoconferencias, son cómodas y a simple vista parecen fáciles. Lo que no se tiene en cuenta es que la gran mayoría de alumnos no somos capaces de entender, como en clase, las explicaciones. En mi caso, no puedo seguir bien a un profesor por vídeo que está explicando temario nuevo. Las clases online deberían ser para reforzar lo dado el las dos primeras evaluaciones, no para avanzar. Y eso en el mejor de los casos, porque también está la posibilidad de que en vez de explicar, lo que haga el profesor sea mandar pdfs o vídeos de Youtube. Ante esto, tengo mis quejas. Ya que yo entrego las tareas, él o ella, debería dar clase, por lo menos una vez a la semana. En el caso de los vídeos de Youtube, yo estoy acostumbrada a las explicaciones de mi maestro, no a las de una persona totalmente desconocida y distinta a cada explicación nueva.Otro punto a tener en cuenta, es los alumnos que no dispongan de las tecnologías necesarias para toda esta costosa comunicación. No se pueden exigir unos requisitos, si todos no estamos en igualdad de condiciones.


No obstante, sé lo difícil que es esta situación tanto para nosotros, los alumnos, como para los docentes. Pero no entiendo la continua obsesión de algunos profesores para retomar las clases. El curso está prácticamente finalizado y hay varios que se empeñan en volver para hacer exámenes. Yo no sería capaz de concentrarme y estudiar para quince exámenes. Además, no lo veo seguro, respecto a la salud. Confío que en el próximo curso todo haya vuelto a la normalidad.

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