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Alimentación. ¿Víctimas de la industria?

Problemas con nuestra dieta.

Problemas con nuestra dieta.

Las numerosas enfermedades que una dieta basada en comida rápida y azúcares nos puede proporcionar no son desconocidas para nadie. Sin embargo, aunque lo sepamos, seguimos incorporando a nuestra dieta alimentos que dañan nuestra salud. ¿Por qué lo hacemos?

Evidentemente, es nuestra responsabilidad individual. En vez de ir al Burger King a comer deberíamos prepararnos la comida nosotros mismos. No obstante, puedo entender que muchas veces los adultos regresen muy cansados del trabajo, y no les apasione la idea de ponerse a cocinar. A esa hora también llegan los niños del instituto. Entonces, ¿quién cocina? La solución más fácil es ir a comprar comida fuera de casa, es decir, comprar unas pizzas, un kebab, etc. También se podría alimentar uno a base de comida precocinada del Mercadona, pero a saber hasta qué punto son saludables. También me parecen dignos de mención los padres que, con tal de no oír al niño quejarse, para la merienda tienen siempre chocolate en vez de una manzana o un plátano.

Por otra parte, también me parece responsabilidad de la industria alimenticia, que al fin y al cabo busca dinero y no se preocupan por la salud de los consumidores, y nuestro en conjunto. Está muy normalizado beber alcohol en reuniones sociales, e incluso hay muchos casos de grupos de adolescentes que acaban por abandonar a sus amigos por no beber como ellos. Y cuando no hay alcohol, a lo mejor nos pedimos una Coca-Cola, bebida que no es baja en azúcares precisamente.

En conclusión, creo que los problemas que tenemos actualmente se deben en gran parte a nosotros mismos y en muchos casos también a las empresas.

 

 

Lucía Manzano 2ºBACH

¿Víctimas de la Industria?

¿Víctimas de la Industria?

 

En los últimos años el porcentaje de obesidad en España ha aumentado considerablemente. Desde pequeños empezamos a consumir comida precocinada, chuches o bebidas azucaradas, que en un principio no parece tener un objetivo negativo pero que a lo largo del tiempo causa graves problemas. Según El V Observatorio de Hábitos Nutricionales y Estilos de Vida de las Familias que han realizado encuestas a familias de niños menores de 14 años, los niños con alimentación saludable muestran mejores calificaciones en los estudios y se siente contento con sus tareas. Para una alimentación saludable, debemos tomar dos o tres piezas de fruta al día, una o dos veces a la semana legumbres y fruto secos. El papel de los padres es fundamental para que los chicos adquieran estos hábitos.

A lo largo de los años se ha considerado el tabaco como algo bastante perjudicial, ya que, muchas personas han muerto por cáncer o tumores provocados por esta sustancia. Los estudios han demostrado que crea una dependencia. Cada vez se necesita mayor cantidad para satisfacer esa adicción. Sin embargo, no nos damos cuenta de que la comida que consumimos todos los días también provoca esa sensación. Los dulces, cafeína y azúcar pueden llegar a desencadenar estados de dependencia similares a los de un alcohólico o un drogadicto. Algunos de los efectos secundarios pueden ser caries, obesidad, diabetes, hígado graso, cáncer de páncreas, insuficiencia renal crónica, etc. Estas sustancias generan una sensación de bienestar. Muchos estudios han demostrado que el azúcar puede llegar a ser más adictivo que la cocaína. Esa constante exposición hace que cada vez necesitemos más porque si no nuestra sensación de recompensa o placer disminuirá. 

Todo sería más fácil si las industrias dejasen de boicotear y comprar a científicos para evitar que sepamos la verdad. Las industrias sacan a la luz proyectos científicos falsificados, tienen muchísimo poder y pagan a científicos para que siembren dudas sobre la fiabilidad de los estudios hechos hasta ahora. Para evitar el consumo de comida rápida o con mucha azúcar, creo que son buenas estrategias las campañas de vida saludable, hacer ejercicio, dormir o cocinar. Nuestros políticos e Instituciones gubernamentales se deberían implicar en la creación de leyes y normativas más estrictas para la Industria alimentaria. Al fin y al cabo, siempre quedará nuestra capacidad de elección sobre los productos a nuestro alcance, podemos usar toda la información contrastada que nos llega a través de las campañas  oficiales. Además, debemos ser muy críticos con la publicidad, donde se presentan como sanos productos que no lo son.


 

 

¿víctimas de la industria?

¿víctimas de la industria?

Es cierto eso de que a medida que vamos creciendo ingerimos con mas frecuencia comida basura o eso de que en la actualidad aparecen enfermedades en personas cada vez más jóvenes. Normalmente, cuando somos niños tenemos que comer cosas especificas para nuestro bienestar y salud, además de acudir al médico, pues nuestro cuerpo necesita unos cuidados que, tal vez, nosotros solos no podemos darnos. Ya de adultos no nos cuidamos tanto, pues tenemos más libertad a la hora de ingerir, y no comemos a las horas que deberíamos hacerlo, además de que el nivel de asistencias al medico disminuye y el echo de hacer ejercicio es inexistente para muchas personas, quizás por tener mas responsabilidades y disponer de menos tiempo al tener una determinada edad. Dependiendo de la persona, la alimentación puede ser más estricta y la asistencia al médico casi rutinaria.

Muchos no pensaran igual, pero las industrias alimentarias influyen en gran medida en el bienestar de la población, pero cuidado, a veces parece que vayan en contra de nuestra salud, pues muchas de las sustancias que utilizan son cancerígenas. Algunas de las enfermedades existentes se deben a los productos que consumimos, pero nadie trata de prohibir su uso, ni nosotros mismos que aun así los compramos. La comida basura la compramos, y no nos paramos a pensar si se trata o no de un producto perjudicial para nuestra salud.

Si eliminásemos estos productos mejoraría la salud de la población en general, nos ahorraríamos en sanidad publica y viviríamos, posiblemente, durante mas tiempo. Pero esto solo será posible si todos optamos por no consumir ciertos productos y difundimos sus riesgos.

¿Victimas de la industria?

Realmente, es cierto que tanto la sociedad como los medios de comunicación ejercen una presión considerable sobre nosotros. Pese a lo cual, creo firmemente que la elección entre una dieta equilibrada o por el contrario, una poco variada, basada en productos ultraprocesados, depende de nosotros al cien por cien.

A lo largo de mi vida he visto como los adultos, nuestros propios padres, a veces con el único fin de que estemos bien alimentados no son capaces de establecer unos límites en el consumo,por ejemplo, de ultraprocesados o productos hipercalóricos. No estoy hablando de prohibir radicalmente la bollería industrial, ni cerrar esos queridos kioskos donde venden las chucherías que tanto éxito tienen entre los más pequeños. Hablo de concienciar, tanto a padres como a hijos, de explicarles que un buen desayuno no consiste en un vaso de leche con galletas o un bollo; o que esas hamburguesas y platos precocinados que compran tanto en restaurantes como en supermercados y que están tan de moda, igual algún día les acarrean graves problemas de salud; y que es más adecuado tomar una naranja de postre en lugar de ese delicioso brownie que parece tan apetitoso.

Por eso, hablando desde mi propia experiencia, la de una niña con algo de sobrepeso, a la que poco le importaba su alimentación y que por diversos motivos, durante la adolescencia, cambió radicalmente a una dieta considerada más saludable.Por esta razón, puedo hablar en primera persona,pues sé perfectamente que los cambios son difíciles y que llevar una alimentación basada en la comida rápida es mucho más cómodo. Sin embargo, en lo primero qen lo que debemos pensar es en nuestro bienestar.Y de nada sirven las excusas,a pesar de lo que la industria y la sociedad pretendan que  consumamos, debemos tener un carácter crítico y no dejarnos influenciar por estos factores a la hora de elegir nuestra dieta.

La comida rápida o por qué deberías pensártelo dos veces antes de consumirlas

La comida basura es aquella que contiene altos niveles en grasas o azúcares y puede llegar a generar adicción. Un ejemplo típico de comida basura son las bebidas azucaradas tales como la coca-cola. Una simple lata de este tipo puede llevar de tres a cuatro bolsitas de azúcar (azucarillos) para el café y el problema principal, como con casi todos los tipos de comida basura, es que engancha. Es normal que cuando alguien va a un restaurante, en vez de pedir agua pida un refresco de este tipo, pero lo que no sabe son los numerosos problemas derivados de la ingesta. Es sabido por todos que un tornillo se oxida en cuestión de horas metido en una coca-cola, que el azúcar acelera el crecimiento a costa de desarrollar huesos endebles, caries, diabetes si se consumen grandes cantidades, hambre descontrolada..., pero a la población -conocedora o no de estos problemas- parece no importarle.



Pasa lo mismo con las famosas hamburguesas, sí, esas de un un euro. Cuando estás con tus amigos y quieres ir a comer, o con tu familia en un aprieto de última hora, lo normal es ir a esos restaurantes de comida rápida. Haciendo énfasis sobre aquellos que venden principalmente hamburguesas, más allá de los problemas de deforestación, condiciones laborales paupérrimas o los criaderos de animales (lugares donde la luz ni siquiera llega a los animales), están aquellos derivados de las grasas y el colesterol.

 

En mi opinión, aunque este tipo de comidas se publicitan como una alternativa a las comidas convencionales ( Si tienes sed, coca-cola), no creo que vaya mucho más lejos del marketing. Una hamburguesa de este tipo es un 46% agua y pienso que eso no puede llegar a clasificarse como alimento bajo ninguna circunstancia. Sobre el colesterol y los conservantes me surge una pregunta; si una hamburguesa de este tipo aguanta cinco años bajo tierra y sigue siendo comestible… ¿qué estoy comiendo en realidad?. Con las bebidas energéticas ocurre lo mismo, o no os parece raro que ahora las hayan puesto un límite de edad en Reino Unido, ¿No pasa lo mismo que con el tabaco?¿Significa eso que son peligrosas?.


Me gustaría aclarar que en lo referente a este tema debe haber límites, ¿Significa eso que no podamos ir a alguno de estos restaurantes? Opino que no, no por ir una vez te vas a morir, al fin y al cabo no están prohibidas por la UE. El problema radica en la dependencia que se crea, y más allá de eso, la publicidad. La mayor parte de la población no se va a parar a investigar sobre este tipo de prácticas, piensa que porque en un anuncio se publicite algo, así es, cuando en la mayoría de los casos sea mentira .

¿Víctimas de la industria?

La adicción a estos alimentos se debe a que el azúcar está presente en nuestras vidas desde que tenemos uso de razón. Esto conlleva a tener más probabilidades de poder sufrir graves enfermedades a medida que pasan los años, pero, bajo mi punto de vista todos somos conscientes de lo que comemos, por que ¿a quién no le han advertido sobre el consumo de alimentos con azúcares y grasas? 

Por lo que, si comemos estos alimentos es porque estamos buscando más bien el placer que nos dan, antes que intentar apaciguar nuestro apetito. Esto es lo malo, sabemos que podremos tener problemas de salud pero no hacemos nada para remediarlo.

Las empresas alimentarias solo están interesadas en ganar beneficios con estos alimentos, ya que son baratos y no les interesaría cambiar sus productos por la salud de los que los consumen porque son millones y dejarían de comprar un producto que sea mas caro y tenga distinto sabor. La culpa de que no se haga nada al respecto es de la adicción que provoca, de que estas empresas pueden censurar cualquier tipo de información que pueda perjudicarlas, de nuestra educación y de nosotros mismos.

En conclusión, cada vez nos estamos distanciando más de alimentos saludables, debido a las causas mencionadas anteriormente, por lo que deberíamos alejarnos de alimentos con gran cantidad de azúcar, de bebidas azúcaradas y comidas precocinadas. Si lo hacemos, evitaremos graves enfermedades.

EL peor compañero con el que acudir: La comida rápida.

EL peor compañero con el que acudir: La comida rápida.

Todos cuando nacemos nuestros padres quieren que crezcamos, y por eso nos dan comida de bebés (potitos, galletitas…) Cuando ya somos un poco más grandes, nuestras abuelas nos dicen que comamos, que tenemos que seguir creciendo como: más macarrones, más sopa, lentejas… Y cuando ya somos adolescentes  no nos damos cuenta pero optamos a por la comida rápida y eso nos causará muchos problemas en nuestra salud y en nuestro futuro.

Por eso desde mi punto de vista tenemos que enseñarles desde pequeños que deben comer sano para estar en forma y no sufrir ninguna enfermedad ni coger cáncer. En cualquier situación nos veríamos facilitados para comer comida rápida como una hamburguesa, una pizza o un kebab.

¿ Cúal es la culpable que tengamos obesidad en España? La comida rápida. Ya en el siglo XXI hay métodos de alimentación para empezar y no caer en esa tentación que muchos cometen. Asi que desde mi opinión es: Orientarles a comer sano o ponerles un ejemplo de cómo acabarían si cayesen es eso.

ALIMENTACIÓN. ¿VÍCTIMAS DE LA INDUSTRIA?

La comida basura no es un peligro para las personas que la toman moderadamente, es decir, sólo en algunas ocasiones puntuales, como por ejemplo un fin de semana. Sólo que nos dejamos influenciar por otras personas que la toman a grandes cantidades y aparentemente no les pasa nada.

A quién no le gusta salir una tarde con los amigos e ir a un Burger o al MCdonalds a comerse unas ricas hamburguesas. Y ahí está la cuestión, una tarde, no cuatro o cinco veces a la semana, cada cual es el dueño de sus actos, y es consciente de que eso algún día le afectará.

Yo no me considero una persona adicta al azúcar. Sé perfectamente que no es una buena elección tomar cantidades elevadas de azúcar y grasa, y me resulta raro y sorprendente que aún interesándose por temas de la salud, mis amigos sí consumen este tipo de nutrientes.

Ahora hay muchas series y películas (no todas) que nos hacen ver al protagonista como un chico o chica que se alimenta de comida basura y eso influye de alguna manera en el comportamiento de los adolescentes.

En conclusión, la industria alimentaria no nos obliga a ingerir sus alimentos, aunque los fabriquen, somos nosotros quienes decidimos alimentarnos de su comida basura, que de alguna manera es un veneno para nuestro cuerpo. 

Víctimas de la industria

Víctimas de la industria

Nuestra alimentación es uno de los dolores de cabeza de nuestros padres,existe porque, no es ninguna tontería y es fundamental para nuestra educación.
Y es que, el simple hecho de controlar la cantidad de azúcar que comemos es casi imposible, ya que, se encuentra en prácticamente todos los alimentos que ingerimos, lo mismo ocurre con los ultraprocesados, e incluso con algunas sustancias químicas.

Las industrias de la comida rápida también muy presentes son otro gran obstáculo en el camino hacia una buena alimentación. ¿En qué pueblo no hay algún establecimiento de comida rápida?, ya sea hamburguesería, chino, kebab, pizzería…

Y bien, con esto no quiero decir, que deban dejar de existir,ni mucho menos. Ya que, además de desventajas, como todo, tiene sus ventajas, la primera y principal la creación de empleo. A lo que me refiero es que sí, la comida rápida está ahí pero con no consumirla o hacerlo muy de vez en cambio podríamos solucionar este problema. En el caso de los ultraprocesados, etcétera es más complicado porque todo lo que comemos o casi todo ha pasado por unas fábricas y no podemos controlar con certeza qué han añadido o qué no.


Y es que, una alimentación saludable es aquella que te aporta los nutrientes que necesitas para estar sano y fuerte. Estos nutrientes los encontramos en una dieta equilibrada que contenga, agua, vitaminas, carbohidratos, proteínas, minerales…

LO QUE NO VEMOS

LO QUE NO VEMOS

Comer alimentos ricos en azúcar se ha convertido en una adicción casi como el fumar o las drogas. Desde pequeños nosotros mismos hemos elegido antes un alimento con alto porcentaje de azúcar que otro alimento que no, si bien esto conlleva consecuencias. Enfermedades dentales, como las caries, la obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer de páncreas… entre otras. Decimos que el papel de los padres en este asunto es fundamental.  Los padres deben transmitir al niño bases y rutinas alimenticias. Pero ¿realmente somos nosotros los culpables del problema? Y es que la respuesta es no. En las bebidas, en los lácteos, en productos infantiles y hasta en los dietéticos encontramos azúcar, y es que éste está presente en todo tipo de alimentos, incluso en aquellos en los que no sospecharemos. Las industrias del azúcar llevan años manipulando la ciencia para obtener más beneficio económico, se introdujeron más métodos de salud pública que redujeron el daño del azúcar en vez de restringir su consumo, además de anular varios experimentos que relacionan las enfermedades cardíacas con el consumo de azúcar. También esta industria pagó a Harvard para ocultar sus efectos negativos.


Ante esto debemos tomar precauciones y estar informados sobre los alimentos que ingerimos. Existen muchas webs que nos proporcionan informaciones fiables sobre dietas equilibradas que podemos ajustar e introducirlas en nuestro día a día, así poder fomentar y advertir los peligros de esta gran moda adictiva moderna.

Alimentación. ¿Víctimas de la industria?

Alimentación. ¿Víctimas de la industria?

Desde que somos bebés vamos consumiendo una gran cantidad de azúcar. Llega un momento, en el que te das cuenta de que es para toda tu vida. Esto puede hacerte adicto o incluso provocarte enfermedades cardiovasculares. Estas enfermedades pueden ser: diabetes, obesidad,esteatosis hepática o hígado graso, cáncer de páncreas, gota,…etc.Las personas con obesidad recurren a la comida rápida para no tener que gastar tiempo. Además, estas comidas pre-cocinadas como: las congeladas, latas en conserva, envasado al vacío o sopas y purés de sobre que solo necesitan agua están hechas para hacernos la vida más fácil o cómoda. Ese tipo de comida es la que hace que mucha gente en el mundo tenga obesidad.Hay industrias de alimentación en las que en vez de dejar de producir alimentos como Coca-Cola centran el foco en la necesidad de hacer ejercicio para reducir la obesidad dejando a un lado la de reducir el consumo de azúcar. También es el caso de Pepsi, que pese a saber que sus productos podían hacer daño, no asumieron el peligro para la salud por miedo a futuras demandas.Finalmente, deberíamos moderar el consumo de los productos que comemos que contengan azúcar y grasas, y hacer otras cosas que nos hagan no depender de ello.

¿Víctimas de la industria?

La industria tiene gran culpa de los problemas nutricionales que existen, porque las empresas, con tal de vender, no las importa engañar, o mejor dicho, ocultar información a los consumidores. La industria se gasta muchísimo dinero en intentar confundir a la población, es decir, no muestra realmente la cantidad de azúcar o grasas que llevan sus productos o se esfuerzan por hacer publicidad engañosa, idealizando y propagando este tipo de comidas que contienen una gran cantidad de grasas (como puede ser la comida rápida, Burguer King, Mc Donald’s…) o azúcares (como los dulces, las tabletas de chocolate, Nestle, Milka…) y estimulando a numerosas personas a su consumo.

Sin embargo, creo que los verdaderos responsables de nuestra alimentación somos nosotros mismos. Nosotros, somos quienes decidimos, y con esto no quiero decir que no podamos tomar este tipo de alimentos, pero si hay que moderar su  consumo. Independientemente de lo que influya la industria, cada persona es consciente de su alimentación, y de las enfermedades o trastornos alimenticios que puede sufrir por una mala nutrición.

Así existen personas más saludables y menos saludables. Ambas viven en el mismo mundo rodeadas de la misma publicidad y de las mismas industrias, solo que algunas optan por comer saludable, es decir, frutas, verduras, legumbres, y regular la cantidad de grasas y azúcares, porque se dan cuenta de que estas sustancias, a largo plazo son perjudiciales para su salud.

ALIMENTACIÓN, ¿VíCTIMAS DE LAS INDUSTRIA?

El problema se divide en dos partes. Por un lado son las industrias que en sus productos, bollería en general, fabrican alimentos mucha azúcar o grasas, también hay alimentos que, por ejemplo, el Burger King tiene hamburguesas de 1300 Kcal, y solo eso, luego vienen las patatas, nuggets, bebidas, etc. Algunos productos pueden llegar a contener demasiado azúcar o grasas. 

La otra parte de la culpa es la de cada persona, porque eres tú el que decide comerlo o no. En mi caso, por ejemplo, cuando era más joven comía dulces, ya hace un año que me puse a dieta, en toda mi vida he tenido un buen peso, buen cuerpo, unos niveles normales de azúcar. Empecé a beber agua con cualquier comida (incluso fuera), empecé a hacer ejercicio físico y además nunca he consumido drogas y tengo una fuerza de voluntad muy buena ( a mi nunca me ha llamado la atención eso, lo veo como moda y algo innecesario en mi vida). Me puse en esta “dieta” porque me quería cuidar más el cuerpo, incluso a veces mi madre me preguntaba por qué leía la tabla de Kcal, azúcares, etc de cada alimento que voy a comer. 

En conclusión las personas deberían de saber los alimentos que consumen para cuidar su cuerpo. 

Réquiem por un Big Mac

Réquiem por un Big Mac

 

La vida imita al arte. Las películas que vemos, los libros que leemos, los ídolos que adoramos; todos ellos condicionan nuestro comportamiento y nuestra forma de  ser. Y actualmente, en esta civilización en la que vivimos, ya muy poco cristiana, pero sí occidental, gran parte de nuestros referentes proceden de ese gigante corporativo llamado Estados Unidos. En España, los centros comerciales, franquicias de comida rápida y otros muchos monumentos al consumismo, antes solo vistos en filmes o revistas, se han convertido en elementos esenciales de cualquier ciudad que se precie, lo que por desgracia ha modificado nuestro modo de vida en todos los sentidos. De hecho, ha llegado a convertir una necesidad, como lo es la alimentación, en un mero negocio, que utiliza estrategias de márquetin para lucrarse a nuestra costa.

Una de las características más llamativas de la industria alimentaria actual es el uso de aditivos en cualquier producto. Un paquete de pan de molde, un bote de salsa de tomate o una caja de cereales tienen posiblemente más químicos y sustancias nocivas que un cigarrillo. Por no mencionar el azúcar,  esa especie de polvo mágico, que contiene cualquier alimento mínimamente procesado y que nos da energía, beneficia la producción de la hormona de la felicidad y tiene un sabor exquisito; que sea la causante de la diabetes hiperglucémica es una pequeñez. El verdadero problema es que es imposible escapar del azúcar. Ingerimos unas cantidades ridículas de ella a diario y quien diga lo contrario, miente. Además, cuanto más la consumes, más la necesitas. Las corporaciones lo saben y utilizan la adicción de los consumidores al azúcar para generar beneficios.

Otro de las métodos que tiene la industria alimentaria de aprovecharse del consumidor son las cadenas de comida rápida. Ya no existen cafeterías, solo Starbucks; no hay hamburgueserías, solo McDonald’s; y es imposible encontrar pizzerías, solo Domino´s. El bombardeo de estímulos causado por la visita a cualquiera de estos locales es abrumador. En el instante en el que se atraviesa la puerta de cualquiera de ellos, el cliente queda anonadado por las decenas de carteles luminosos que le ordenan consumir y el olor extrañamente apetitoso de la grasa, que le  nubla e hipnotiza. Aunque he de admitir que este tipo de restaurantes son tremendamente cómodos. Comida sabrosa, servicio rápido y opciones para toda la familia: los niños tiene su Happy Meal, los adolescentes su  Big Mac y los adultos su ración semanal de colesterol, que irá en aumento en cada visita a la franquicia. Y es que el establecimiento de comida rápida es al consumidor de este tipo de productos lo que el casino es al ludópata. No se tardará en rodar un remake de Réquiem por un sueño en el que los protagonistas se maten no por heroína, sino por un trozo de pizza barbacoa.  Será entonces cuando el arte imite a la vida. 


 

¿Victimas de la industria?

¿Victimas de la industria?

 Realmente, es cierto que tanto la sociedad como los medios de comunicación ejercen una presión considerable sobre nosotros. Pese a lo cual, creo firmemente que la elección entre una dieta equilibrada o por el contrario, una poco variada, basada en productos ultraprocesados, depende de nosotros al cien por cien.

A lo largo de mi vida he visto como los adultos, nuestros propios padres, a veces con el único fin de que estemos bien alimentados no son capaces de establecer unos límites en el consumo,por ejemplo, de ultraprocesados o productos hipercalóricos. No estoy hablando de prohibir radicalmente la bollería industrial, ni cerrar esos queridos kioskos donde venden las chucherías que tanto éxito tienen entre los más pequeños. Hablo de concienciar, tanto a padres como a hijos, de explicarles que un buen desayuno no consiste en un vaso de leche con galletas o un bollo; o que esas hamburguesas y platos precocinados que compran tanto en restaurantes como en supermercados y que están tan de moda, igual algún día les acarrean graves problemas de salud; y que es más adecuado tomar una naranja de postre en lugar de ese delicioso brownie que parece tan apetitoso.

Por eso, hablando desde mi propia experiencia, la de una niña con algo de sobrepeso, a la que poco le importaba su alimentación y que por diversos motivos, durante la adolescencia, cambió radicalmente a una dieta considerada más saludable.Por esta razón, puedo hablar en primera persona,pues sé perfectamente que los cambios son difíciles y que llevar una alimentación basada en la comida rápida es mucho más cómodo. Sin embargo, en lo primero qen lo que debemos pensar es en nuestro bienestar.Y de nada sirven las excusas,a pesar de lo que la industria y la sociedad pretendan que  consumamos, debemos tener un carácter crítico y no dejarnos influenciar por estos factores a la hora de elegir nuestra dieta.

Industrias alimentarias, ¿una manipulación permitida?

Industrias alimentarias, ¿una manipulación permitida?

Cada vez existen más investigaciones que advierten de los riesgos de los alimentos procesados, así como personas que se manifiestan en contra de las empresas que los producen y que “nos engañan”, pero, ¿por qué los seguimos comprando?

Actualmente, vivimos en un  mundo capitalista en el que solo importa obtener beneficio sin mirar en las repercusiones. Un ejemplo de esto es la manipulación que realizan las industrias alimentarias al añadir aditivos para convertirnos en “adictos” de sus productos basura. Los alimentos precocinados que encontramos en los supermercados pueden suponer grandes riesgos para nuestra salud. Estos pueden no mostrarse inmediatamente, pero sí que lo harán más tarde con la aparición de enfermedades como la diabetes. Otro problema son los alimentos transgénicos, comida manipulada genéticamente para que tenga propiedades como un crecimiento más rápido o un mejor sabor . No está muy claro si esto es perjudicial para el ser humano o no, lo que sí está claro es que afecta de forma muy grave al medio ambiente porque hace que los alimentos que crecen de forma salvaje o natural, desaparezcan porque se queden sin recursos. Es similar a lo que ocurre con las especies invasoras.

Sin embargo, los consumidores también somos culpables. Nos es mucho más fácil y cómodo adquirir un alimento ya manipulado que comprar alimentos frescos. Esto ha hecho que nos acostumbremos a esta maniobra de las fábricas y a que cada vez las empresas crezcan más a costa de nuestra salud.

Lo que creo que deberíamos hacer es empezar a consumir en mayor proporción alimentos orgánicos, aunque suponga un mayor coste. De esta manera, las industrias comenzarán a comercializar con comida más saludable y, como consecuencia, podremos mejorar nuestra calidad de vida. Y tú, ¿qué harías?

Jorge López Curiel

2º BT

¿La industria alimentaria nos controla? ¿Cómo sería el mundo si todos comiéramos sano? ¿Nos está destruyendo la comida basura y el azúcar?

¿La industria alimentaria nos controla? ¿Cómo sería el mundo si todos comiéramos sano? ¿Nos está destruyendo la comida basura y el azúcar?

 La alimentación es una actividad necesaria para la supervivencia de cualquier ser vivo. En la especie humana, la alimentación fue cambiando durante las décadas, incluso yo diría que fue empeorando con la aparición del azúcar. En la prehistoria, los humanos para subsistir cazaban animales y recolectaban frutas, ahora en este momento el azúcar y la comida basura (patatas fritas,hamburguesas,pasteles,chuches) dominan la sociedad y causan muchísimos problemas de salud como las caries, hipertensión, colesterol, arteriosclerosis, obesidad, diabetes ,etc. 

La industria alimentaria posee un control brutal sobre la sociedad, y cada año se cobran vidas de personas ,que consume sus alimentos. Para afrontar estos problemas nutrición que deberíamos comenzar con un esfuerzo de voluntad, es decir, dejar a lado la comida basura y procesada, y tratar de seguir una dieta rica en verduras, frutas, frutos secos, lácteos, carne,etc. Y para completar este cambio se aconseja acompañar la dieta con una rutina deportiva.

Un estudio científico realizado por el V Observatorio sobre Hábitos Nutricionales y Estilos de Vida de las Familias confirma que seguir una dieta sana y evitar una mala alimentación, fortalece y mejora la salud mental de los niños y les ayuda a tener buenos resultados escolares. 

Mi consejo para la gente que esté leyendo esto, es ,que dejen de consumir comida procesada y una vez que mucha gente lo hagamos, a las industrias alimentarias (McDonalds, Burguer King, KFC, Starbucks..etc ) se les acabará el negocio de producir estos alimentos tan perjudiciales y así reduciremos las enfermedades asociadas a la nutrición.

 

Mohamed Boulerhcha 2ºBT


¿Víctimas de la industria?

¿Víctimas de la industria?

A lo largo del tiempo las industrias han añadido nuevos aditivos a la mayoría de los alimentos, ya sea para mejorar su sabor o como conservantes. Uno de estos componentes es el azúcar, un aditivo muy utilizado que está causando grandes estragos, como la aparición de enfermedades como la diabetes.

Los aditivos como el azúcar se añaden a los alimentos para hacer su sabor más atractivo y de esta manera conseguir que apetezca comer más. Por eso los adolescentes, que son los principales consumidores de las comidas rápidas, son los más perjudicados por  este tipo de alimentación. Tanto la industria como los consumidores son culpables de que esto ocurra. La industria por añadirles los aditivos, aun sabiendo que estos son perjudiciales para la salud y nosotros por consumirlos porque no suponen tanto esfuerzo como hacer una comida saludable, de ahí que las enfermedades causadas por estos aditivos se hayan incrementado en los adolescentes.

Como conclusión deberíamos dejar a un lado la comida rápida y empezar a consumir comida más sana.  Si esto ocurriese las enfermedades causadas por estos alimentos se reducirían notablemente porque la comida sana, aunque suponga un mayor esfuerzo cocinarla, no lleva tanto aditivo.

Comida rápida y salud

Comida rápida y salud

 

En nuestra era son muy comunes aquellas enfermedades que son consecuencia del consumo excesivo de azúcares, grasas y alimentos procesados; tales como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. Es cierto que los consumidores son responsables de lo que deciden comprar y comer, pero la industria alimentaria carga también con gran parte de la culpa. 

Según Cristin Kearns y Stanton Glantz, investigadores de la Universidad de California en San Francisco, la mayoría de las empresas de comida rápida y bebidas carbonatadas son conscientes del daño que sus productos generan en quienes los consumen, pero se niegan a hacer públicos esos datos. De hecho, llegan incluso a gastar dinero y recursos en estudios científicos amañados y publicidad favorable para seguir manipulando a sus consumidores y hacerlos creer que esa clase de alimentos no son nocivos para su salud. Este comportamiento por parte de las grandes corporaciones es también criticado por Martínez-González, investigador principal del proyecto SUN de la Universidad de Navarra para el estudio de la obesidad y sus enfermedades, quien asegura que, en España, el sector de refrescos azucarados «dispone de dinero suficiente para publicidad y, desgraciadamente, se ha notado su influencia, directa o indirecta, en ciertos científicos».

Además de la adicción que genera esta clase de alimentos, lo sencillo y barato que resulta acceder a ellos es otra de las razones por las que muchas personas se ven incapaces de dejar de consumirlos. Por todas partes se ven máquinas expendedoras que distribuyen aperitivos de chocolate y patatas fritas, y para una persona con poco dinero y tiempo (como un estudiante universitario) siempre va a ser más sencillo freírse unas salchichas que cocinar un plato elaborado con productos más caros pero de mayor calidad. Nuestro estilo de vida acelerado es, en conclusión, otro de los motivos que nos llevan (junto a la manipulación de las grandes empresas de comida rápida) a comer de forma poco saludable y padecer problemas de salud.

 

Alimentación. ¿Víctimas de la industria?

Alimentación. ¿Víctimas de la industria?

“Me voy a cenar al burguer”, esa frase que parece algo normal y cotidiano, se ha convertido en un grave problema de hoy en día. Nuestra alimentación no está guiada por el sentido común de la dieta tradicional mediterránea, sino por la televisión y por la industria alimentaria, intentando aumentar sus ganancias y beneficios sin pararse a pensar en la salud de las personas.

Lo que en un principio, puede parecer una ventaja, comida rápida y económica, a largo plazo resulta un serio inconveniente para la salud. De este problema solo somos conscientes cuando con cierta edad tenemos contratiempos en la  salud y al visitar al médico éste nos dice: - “ Debe usted perder peso y tendrá que empezar por cambiar su alimentación”.

Entre los jóvenes resulta muy difícil llevar una alimentación equilibrada porque es complicado ir contracorriente y no seguir lo que se considera normal para esta edad. Incluso hay adultos que han llevado a lo largo de su vida un dieta equilibrada y ahora se ven afectados por la misma cuestión que los jóvenes. Esto nos hace pensar que nuestro comportamiento, está manipulado por la industria.

Aún sabiendo que es un problema común, todos conocemos la solución. No se trata de visitar nutricionistas, más bien se trata de recuperar y dar valor a la alimentación tradicional que por suerte hemos tenido en España a través de la dieta Mediterránea.