Blogia
aladecolibri

Obsolescencia programada

La obsolescencia programada

La obsolescencia programada

La obsolescencia programada es un hecho innegable. Los fabricantes no reconocen que sus productos están planificados con una vida útil calculada de antemano y que es bastante más corta que la duración real del producto sin su intervención. Pero todos nosotros hemos sufrido esta obsolescencia; medias, bombillas, electrodomésticos, incluso automóviles la sufren. 


Esta práctica no es más que una estrategia del sistema capitalista para obligarnos a comprar, y lleva funcionando de forma eficaz desde mediados del siglo pasado. Sin embargo, durante este siglo la obsolescencia programada ha dado una nueva vuelta de tuerca: los fabricantes ya no quieren esperar a que sus productos se estropeen y, en un breve plazo de tiempo, ofrecen el mismo producto pero innovado, con supuestas mejoras técnicas que en muchos casos ni siquiera son necesarias.

Un claro ejemplo lo tenemos en las videoconsolas de Nintendo. Desde que en 2005 sacó al mercado la Nintendo DS, ha ido lanzando una nueva Nintendo cada año, hasta llegar a la Nintendo 3DS en 2011. Para pasarlo bien da igual la Nitendo DS original que la Nintendo 3DS, pero el consumidor, manipulado por el márketing y seducido por estas mejoras progresivas, se ha comprado en seis años cinco videoconsolas diferentes.


Otro ejemplo claro lo vemos en los móviles, donde tanto Apple como Samsung lanzan cada año un nuevo modelo con algo diferente del anterior, sólo para fomentar el consumo compulsivo.

Lo peor de todo es que la mayoría de los consumidores les seguimos el juego e incluso hacemos horas de cola con tal de presumir de tener el último modelo.


Aida Matías Redondo

Obsolescencia programada

Obsolescencia programada

La obsolescencia programada es algo presente en nuestras vidas. Las empresas, hoy en día, se dedican a fabricar productos que cuando pase cierto tiempo se van a estropear, y van a obligarte indirectamente a comprarte uno nuevo o uno de una gama más alta, con el fin de mantener un nivel de ventas constante.

Hace poco, una amiga se compró un nuevo movil, al cabo de un año y medio falló, y no podía arreglarse, por lo que tuvo que volver a comprarse otro, y como ya no fabricaban ese modelo se compró otro superior que además era mucho más caro. Esto no solo ocurre en las empresas de móviles, sino también en la de lavavajillas, lavadoras, impresoras... Como podemos observar en el video.

Es cierto que la obsolescencia programada es algo que beneficia a las empresas, porque se aseguran estés vendiendo sus productos constantemente, pero hay que pensar que no todo el mundo se puede permitir comprarse algo cada cierto tiempo, porque no todas las personas tienen el mismo nivel de vida.

Obsolescencia Programada

Obsolescencia Programada

Obviamente si me he encontrado alguna vez con la obsolescencia programada. Cada día de nuestras vidas está lleno de obsolescencias programadas. Como bien nos pone de ejemplos en el vídeo una bombilla es lo más simple de programar. Todos los aparatos tecnológicos que utilizamos están hechos para romperse en un cierto tiempo así compraremos otros nuevos.

La industria entera ha llegado a un acuerdo , desde las pequeñas a las grandes empresas, para hacernos comprar productos nuevos con una vida útil programada. El por qué que nos dan las empresas es porque sin la obsolescencia programada no habría demanda de bienes tecnológicos y por lo consiguiente no habría oferta. Por lo tanto el país no avanzaría. Pero ahora digo yo,  la culpa la tiene el consumidor,  el consumidor realmente no se fija en la longevidad del producto. Sólo se fija en la marca, lo más nuevo y lo más barato. Aún así no deberíamos de pagar 600 euros por ejemplo, como hacemos por tener un móvil nuevo, cuando nos va a durar lo mismo que uno que vale 60 euros, pero claro, como repito la culpa es nuestra. Porque queremos lo más tecnológico sin darnos cuenta de que nos va a durar el mismo tiempo que algo un poco “menos moderno”.

El vídeo cuando habla de la parte de los desechos de basura, estoy de acuerdo con que no se deberían de tirar, pero el empresario no pierde ahí porque las partes de esos ordenadores, móviles o televisiones se pueden volver a utilizar en productos nuevos. El empresario perdería más si hiciese un producto que durase toda la vida, como el caso de la bombilla de Nueva York. Porque sólo vendería un producto por persona y no se comprarían más. En el caso de programar la vida a ese objeto sabes, que van a comprar otro y por lo tanto, ganas más dinero.

El empresario se está volviendo más egoísta porque cada vez hacen la vida del producto más corta para llenarse aún más los bolsillos. Por lo que la gente tiene necesidad de comprar y el sueldo es el mismo por lo que aparece la crisis.

En conclusión la obsolescencia programada si debería de existir pero no de forma tan egoísta. El objeto debería de tener una vida promedia no tan corta como ahora y tan larga como al principio.

Alicia. 2 BT

Obsolescencia Programada

Obsolescencia Programada

Tu impresora no funciona y el técnico te aconseja una nueva en vez de repararla. La plancha para el pelo que compraste hace un año ya no calienta y aquel frigorífico que tanto querías, acaban de actualizarle. Estos aparatos eléctricos, producto de la obsolescencia programada, son fabricados para que, cuando realicen el trabajo que el empresario les ha instalado, comiencen a fallar. Así funciona en las impresoras, que después de un número de copias, comienzan a fallar. También queremos renovar continuamente los electrodomésticos para “estar a la última”.

Las personas que compran estos artículos son las víctimas de este fenómeno que comenzó poco después de la revolución industrial. Todas las empresas buscaban la mayor duración en sus productos, pero pudieron observar que esto solo les causaba pérdidas por lo que decidieron establecer la obsolescencia programada, donde los productos tendrían una fecha de caducidad que decidía el empresario.

Otro concepto que también me ha llamado la atención, es el desecho de estos productos a África. Todos los electrodomésticos que renovamos o que fallan, son trasladados a un rincón de este continente donde la contaminación ambiental es muy grande; pero nadie se preocupa por ello. 

Están fundando una sociedad cada vez más consumista, derrochadora y contaminante en la que los ricos se están enriqueciendo y los pobres cada vez tienen menos dinero.  Esta es una de las causas de la obsolescencia,  y en mi opinión,  pienso que los aparatos electrónicos tengan fecha de caducidad, ya que no son eternos, pero que esta, no sea decidida por el empresario que los fabrica.

 

Blanca Cerezo. 1ºBH

Obsolescencia Programada

Obsolescencia Programada

Obviamente si me he encontrado alguna vez con la obsolescencia programada. Cada día de nuestras vidas está lleno de obsolescencias programadas. Como bien nos pone de ejemplos en el vídeo una bombilla es lo más simple de programar. Todos los aparatos tecnológicos que utilizamos están hechos para romperse en un cierto tiempo así compraremos otros nuevos.

La industria entera ha llegado a un acuerdo , desde las pequeñas a las grandes empresas, para hacernos comprar productos nuevos con una vida útil programada. El por qué que nos dan las empresas es porque sin la obsolescencia programada no habría demanda de bienes tecnológicos y por lo consiguiente no habría oferta. Por lo tanto el país no avanzaría. Pero ahora digo yo,  la culpa la tiene el consumidor,  el consumidor realmente no se fija en la longevidad del producto. Sólo se fija en la marca, lo más nuevo y lo más barato. Aún así no deberíamos de pagar 600 euros por ejemplo, como hacemos por tener un móvil nuevo, cuando nos va a durar lo mismo que uno que vale 60 euros, pero claro, como repito la culpa es nuestra. Porque queremos lo más tecnológico sin darnos cuenta de que nos va a durar el mismo tiempo que algo un poco “menos moderno”.

El vídeo cuando habla de la parte de los desechos de basura, estoy de acuerdo con que no se deberían de tirar, pero el empresario no pierde ahí porque las partes de esos ordenadores, móviles o televisiones se pueden volver a utilizar en productos nuevos. El empresario perdería más si hiciese un producto que durase toda la vida, como el caso de la bombilla de Nueva York. Porque sólo vendería un producto por persona y no se comprarían más. En el caso de programar la vida a ese objeto sabes, que van a comprar otro y por lo tanto, ganas más dinero.

El empresario se está volviendo más egoísta porque cada vez hacen la vida del producto más corta para llenarse aún más los bolsillos. Por lo que la gente tiene necesidad de comprar y el sueldo es el mismo por lo que aparece la crisis.

En conclusión la obsolescencia programada si debería de existir pero no de forma tan egoísta. El objeto debería de tener una vida promedia no tan corta como ahora y tan larga como al principio.

OBSOLESCENCIA PROGRAMADA

OBSOLESCENCIA PROGRAMADA

Baterías que se estropean, impresoras que se bloquean cuando llegan a un tope determinado de impresiones, bombillas que se funden a las mil horas… los productos de consumo duran cada vez menos. A principios del siglo XX con la bombilla, se buscaba recompensar el consumo, maximizar el beneficio y generar empleo. La obsolescencia programada consiste en desechar lo que por su esencia no lo es. Principalmente la tecnología digital hace que los objetos sean poco duraderos, con el objetivo de que el usuario lo descarte y compre otros nuevos, que también durarán un tiempo limitado. En esto se basa toda una vida; comprando, usando y descartando.

Uno de los lugares más perjudicados es África, ya que recibe toneladas de residuos, que no solo afecta a la tierra, también a las personas que habitan allí. Estas personas intentan reparar los aparatos que se encuentran, no comprenden por qué pueden tirar objetos con buena presencia y no llegar aprovechar ninguna de las piezas que lo compone.

Muchas veces me pregunto por qué gastamos dinero sin necesidad; ‘’compramos por comprar’’. La mayoría de las empresas se dedican a poner a sus artículos una fecha de caducidad, para que el ciudadano no deje de consumir. La fecha de caducidad hace que cada vez más personas formen parte de la obsolescencia programada. Mayoritariamente lo único que hacemos es gastar por gastar y crecer por crecer, cuando en verdad estamos malgastando el dinero en productos que no son fiables. 

Obsolescencia programada

Obsolescencia programada

La obsolescencia programada tiene bajo control nuestro planeta desde hace ya varios años. Todos hemos sufrido alguna vez este caso. Se nos ha estropeado un aparato electrónico y al llevarlo a reparar nos han ofrecido comprar uno nuevo porque su arreglo costaría más. Así nos hacen víctimas de la obsolescencia. Un chip contador es el que decide la vida que tendrá el producto, siendo el consumidor el que debe decidir cuándo reemplazar su producto por otro. Nadie debe obligarnos a comprar.


Esta situación se viene dando desde que la economía se vio afectada por el alto nivel de desempleados afectados por la larga vida de los productos que los fabricantes ofrecían. La obsolescencia programada hizo crecer la economía, impulsando al consumidor a comprar sin necesidad productos más modernos y más avanzados tecnológicamente.


Un defecto en el producto destruye el medio ambiente porque con la obsolescencia programada se acumulan residuos electrónicos que acaban en países del tercer mundo, donde se llevan como productos de segunda mano, pero en realidad ninguno de ellos funciona. También está destruyendo económicamente y psicológicamente al individuo que consume, ya que compramos sin pensar e impulsados por lo que está de moda.


Se puede luchar contra la obsolescencia programada cambiando el modo de fabricación de los productos. En vez de crear residuos a partir de estos, deberíamos potenciar medios para seguir produciendo sin dañar la naturaleza o fabricar productos que no se agoten. También se podría replantear nuestra economía y la mentalidad de la población, pero nuestra sociedad depende de los objetos para conseguir su satisfacción.

Obsolescencia programada

Obsolescencia programada

Obsolescencia programada

La obsolescencia programada consiste en limitar la utilidad de un producto. Es decir, un objeto, tras un tiempo calculado dejará de funcionar y resultará obsoleto. Como reacción, se espera que el consumidor compre otro producto o la versión nueva del mismo. A continuación veremos como este método deja paso a una nueva obsolescencia que se produce de manera subjetiva.

El ejemplo más representativo a la definición de obsolescencia programada se puede observar en una empresa fabricante de impresoras. Se descubrió que pasado un tiempo la impresora dejaba de funcionar sin aparente desgaste. Esto podría llegar a ser normal, ya que ninguno producto está exento de fallos, pero cuando se observó que pasaba en un gran número de impresoras, y transcurrido el mismo tiempo desde el primer uso, empezó a despertar suspicacias. Fue entonces cuando un comprador decidió examinar todos los componentes de la impresora y localizó una especie de chip que no estaba en otros modelos. Al no saber para que servía, lo quitó de la impresora y esta volvió a funcionar. Esto se difundió y muchos propietarios realizaron el proceso que se mostraba en el tutorial con resultados satisfactorios. En casos actuales, se recurre a introducir códigos en el propio software del producto para limitar la vida útil. Es más fácil para la empresa pero también más fácil para el consumidor, ya que en la mayoría de los casos basta con resetear el producto al estado de fábrica para que funcione.

Esta obsolescencia sigue existiendo, pero en menor medida, ya que existe una versión renovada del mismo y que no necesita ser introducido por la empresa del producto. Es la denominada obsolescencia por modas, y es la que esta haciendo que el mercado de aparatos electrónicos crezca continuamente. Con simples anuncios o nuevas versiones de productos que no incluyen nada nuevo, se incita al consumidor a comprar aparatos que no necesita o que simplemente ya tiene pero con alguna función nueva. Contra la antigua obsolescencia se podía luchar de alguna forma. Por ejemplo, no comprando productos de una marca hasta que no cambiase su política, pero luchar contra la nueva versión es bastante difícil, ya que se encuentra en la personalidad debido a una sociedad de consumo.

En conclusión, la obsolescencia por modas es difícil de combatir, pero siempre puedes recurrir a unas preguntas para saber si comprar o no un producto. ¿Qué tienes?, ¿Qué necesitas?, ¿Qué me ofrece el nuevo producto? y sobre todo ¿Merece la pena?.

Obsolescencia programada

Obsolescencia programada

Hemos comprobado que el documental es real, ya que el precio de los productos suele ser bajo pero la duración suele ser corta o defectuosa.

 Cuando te compras un electrodoméstico, ropa, calzado e incluso teléfono estás pensando en que te puede durar mucho tiempo. Pero se estropean enseguida y casi todas las empresas y usuarios te recomiendan comprarte otro nuevo que te va a salir más barato, que intentar arreglar el usado aunque no tenga ni un año.

Si se te estropea una cremallera de una chaqueta, cómprate una nueva, se te estropea la pantalla del teléfono móvil, cómprate otro nuevo, si la impresora no te funciona bien, cómprate una nueva “están muy baratos y si no te va a resultar más caro”.

Para acabar, me gustaría dar mi opinión sobre cómo está afectando la obsolescencia programa en nuestras vidas y qué consecuencias tiene. En primer lugar, creo que se la obsolescencia debería estar controlada para poder sostener la economía. En segundo lugar, nunca se va a acabar con este problema, porque cada vez nuestra tecnología es más moderna y nos gusta vivir cada vez mejor. En definitiva, un problema así deberíamos poner todos de nuestra parte y creo que eso será muy difícil por todas las comodidades a las que estamos acostumbrados. 

 

 

Maria Moreno. 2BT. 

La Gran Trampa a los Consumidores

La Gran Trampa a los Consumidores

¿Nadie se ha preguntado por qué gastamos más dinero del que tenemos en cosas que no necesitamos? ¿Por qué seguimos comprando de una forma descontrolada?

Todos nosotros hemos llegado a un punto en que gastamos el dinero en artículos para tenerlos mucho antes, para estar a la moda, porque los otros productos que teníamos ya se han quedado antiguos, aunque sigan funcionando. Esto ha llevado a las personas a entrar en una forma de vida donde lo único importante es ´Comprar, Tirar, Comprar´ y ´Crecer por Crecer´ pero lo único que crece en verdad es la Economía, gracias a nuestro dinero. Sin darnos cuenta hemos entrado a una de las trampas invisibles de las empresas y el Estado que es, la obsolescencia programada.

La obsolescencia programada es la determinación de la ´vida útil´ de los productos que una empresa realiza. Si esos productos duraran mucho tiempo, la gente consumiría de ese producto más despacio y la Economía no ascendería. Por ejemplo: El primer caso de obsolescencia programada fue la bombilla. Podía llegar a durar hasta cien años, pero lo productivo era que durara menos para que la gente consumiera más de ese producto. Por eso, las empresas que fabrican bombillas redujeron su duración a mil horas.

Por otra parte, gracias a la obsolescencia programada hay más puestos de trabajo porque hay más empresas, más tiendas, más industrias, etc. y la Economía subiría por la mayor demanda de productos. Aún así, también tiene su parte negativa porque todos los artículos que se tiran a la basura, la mayoría no se reciclan y producen contaminación. Por ejemplo: El caso del basurero tecnológico de Acrra en Ghana. En él se acumula una gran cantidad de residuos tecnológicos de los países avanzados, y esos residuos producen una gran cantidad de contaminación que afecta a las personas, pero sobre todo a nuestro planeta.

En conclusión, La Obsolescencia Programada se implantó en todo el mundo hace más de doscientos años y ya no se puede remediar. Es como un coche a toda velocidad que no puede parar porque ya no le conduce nadie. Bueno sí, lo conducen las empresas y el Estado que quieren que cada vez vallemos más rápido hasta que choquemos contra un muro y nos tengamos que comprar otro coche. Esto es el perro que se muerde la cola.

Obsolescencia programada - Jonathan Martín

Obsolescencia programada - Jonathan Martín

La obsolescencia programada, ese concepto el cual casi nadie sabría explicar, pero que está presente en nuestras vidas a diario. La obsolescencia programada se podría explicar con un ejemplo claro: Un Galaxy S4 tiene una vida útil reducida para que la gente compre el siguiente, Galaxy S5. Eso hace que la gente esté pendiente de las marcas para estar actualizado.


Esto no sólo está presente en las
nuevas tecnologías: en la industria alimentaria pasa lo mismo con las llamadas "fechas de caducidad": nunca son exactas del todo, por lo que el alimento puede ser consumido, como máximo, una semana después y no hasta la fecha que pone.


Volviendo a las nuevas tecnologías, foco principal de la obsolescencia programada, hay algunas compañías que no le ponen vida útil a sus aparatos en un
chip que la mayoría, (por no decir todas las compañías conocidas) lo ponen, como Sony, Samsung, LG... Para mantenernos pendientes de sus nuevos productos. Eso es algo que no creo que cambie a corto plazo, ya que la economía tiene una fuerte base con la obsolescencia programada.

Obsolescencia Programada

Obsolescencia Programada

Hace unos meses me compré un nuevo modelo de móvil porque el antiguo ya funcionaba mal debido al gran uso que le di. Es cierto que solo tenía un año y medio de utilización, pero la pantalla ya estaba destrozada y su funcionamiento era lento. Cada vez duran menos los productos, en especial los tecnológicos, debido a la obsolescencia programada. El tiempo de duración de un producto está planteado de antemano por el fabricante, para así convertir a los otros inservibles. Por ejemplo, las fechas de caducidad de los alimentos no son las exactas para consumirlos antes. Cualquier alimento de tu casa, como un yogur, aparece con su fecha de caducidad e intentamos siempre cumplirla, pero eso no significa que después de ese plazo no pueda ser consumido.

Nuestra sociedad se ha convertido en  una población programada. La inutilidad de ciertos utensilios mejorará la producción para las fábricas y su beneficio será mayor.  Es una estafa contra nosotros y contra nuestra identidad porque nos manipulan para obtener mayor provecho. Existe una gran ventaja en este proceso porque  muchas personas necesitan poseer lo más nuevo para poder encajar en la sociedad. Muchos anuncios nos intentan convencer de que debemos comprar lo último y se aprovechan de las personas más inseguras.

Sin embargo, muchas personas  no tienen esa mentalidad y no les afecta la obsolescencia programada dejando a un lado la sociedad y destacando su verdadera identidad sin seguir a los demás. Los productos por mucho que se quieran actualizar todos tienen su función vital y lo que cambia es su diseño o algún detalle de poca importancia. Por eso, no tenemos que dejarnos utilizar por elementos externos.    

Obsolescencia Programada. David López

Obsolescencia Programada.  David López

Obsolescencia programada.

La obsolescencia programada es fundamental en nuestra economía y consiste en que los objetos se rompan para que los ciudadanos tengan que comprar otros nuevos. Como podemos observar en el video, la primera bombilla que se creó para que durara mucho todavía sigue encendida, en cambio las actuales duran muy poco; esto es debido a la obsolescencia programada. Lo mismo ocurrió con la batería de los “iPods” los cuales tenían insertado un chip que hacía que al cabo de un tiempo de ser utilizados se quemara la batería y que esta no se pudiese arreglar.

Hace mucho tiempo, yo mismo sufrí las consecuencias de la obsolescencia programada cuando un “walkman” heredado de mi primo, que tenía más de 5 años dejó de funcionar. Esto no produjo por malos tratos, fue porque un fallo del dispositivo hizo que se quemara la batería y cuando lo llevé a reparar, el vendedor me aconsejó que lo cambiase por un mp3, ya que su reparación supondría un gasto elevado.

El consumidor tiene pocos instrumentos para poder defenderse de la obsolescencia;  tiene las garantías y los seguros, pero muchas veces los problemas que le surgen al aparato no los cubren.           Aun así, en nuestra sociedad se ha conseguido rebajar un poco la obsolescencia programada. Como puede apreciarse en el video con los errores que traían de serie los “iPods”; ahora esos problemas no son muy comunes.

En mi opinión, la obsolescencia programada es el motor de nuestra economía ya que tú cambias tu móvil, por ejemplo, no solo porque el modelo nuevo sea mejor y tenga nuevas prestaciones, sino porque tu móvil antiguo ha dejado de funcionar correctamente o quizás por completo.

 La obsolescencia programada tiene que estar controlada porque así se puede sostener la economía. Pero no puede abusar de los consumidores,  porque si no estos no podrán adquirir los productos nuevos. Además es imprescindible que el aparato tenga  un tiempo útil en el que se pueda sacar un rendimiento acorde con el precio  del producto.

Aparte de la obsolescencia, hay otros modos de impulsar la economía, uno de los mejores es el llamado “de la cuna a la cuna”.

Consiste en generar nuevos productos a partir de productos rotos, como un reciclaje pero en productos electrónicos. Así no se generan muchas basuras que luego van a terminar en los países subdesarrollados y van a provocar serios problemas de contaminación en la Tierra.

Obsolescencia programada

Obsolescencia programada

¿Tan necesario es tener un smarthphone, un ordenador o una televisión a la última?¿Necesidad o simple capricho? ¿Estamos enseñando bien a nuestro niños mostrándoles que, aunque los móviles funciones correctamente, se deben cambiar para estar a la moda?

No me enorgullece decir esto, pero un alto porcentaje de los adolescentes de los países desarrollados cambian de móvil cada 6 ó 12 meses y se gastan cientos de euros en un aparatito, cada vez más grande, que en solo utilizan para mandar whatsapp, hacer fotos y/o llamar. Pero esto no es solo culpa de ellos, es culpa de los padres por consentirles el capricho. La gente dice de las empresas, pero estas simplemente lanzan al mercados sus productos, si no se comprasen tardarían más en actualizarlos y en dejar sin soporte sus antiguos productos. 

Un pequeño porcentaje de la població es capaz de arreglar sus pantallas, actualizar sus ordenadores y/o teléfonos, recargar los cartuchos de sus impresoras... pero ¿qué pasa con las que no son capaces? Es normal que si llevan una pantalla a arreglar y le cobrén por ello 100€ valoren la opción de comprarlo nuevo. Mi primer Iphone 3 estuvo con la pantalla rota seis meses y tras pedir varios presupuestos, decidí cambiarla yo. Al mes de cambiarla, dejarón de dar soporte a más del 70% de las aplicaciones compatibles con el sistema operativo. Tuve que comprar uno nuevo.

No veo la solución a este problema, aunque no nos demos cuenta, lleva sucediendo años y cuanto más avanza la tecnología, más crece. Tal vez si aprendiésemos a arreglar nuestras consolas, televisores....nosotros mismos, podríamos conseguir que la obsolescencia no este en nuestro futuro.

Obsolescencia programada

 

Mi i-phone 3 ya no sirve. Necesito un i-phone 6. La televisión de tubo es una reliquia de los años 90. Es mejor cambiar la impresora que los cartuchos. Es la obsolescencia programada, clave de nuestra economía. Este interesante documental nos descubre los secretos mejor guardados de la sociedad de consumo. Os animo a que lo veáis y argumentéis sobre ello. Aquí van posibles ideas: ¿Te has topado con la obsolescencia programada alguna vez?¿Qué instrumentos tiene el consumidor para defenderse de ella?¿Crees que es necesaria para nuestra economía?¿Existen alternativas?